La imagen fue tomada de AQUÍ
Es una grandiosa
“peli”, protagonizada por Jack Lemond Y Shirley MacLaine que, lejos de lo que
cabría prometer o esperarse de esta gran pareja de actores, no es una comedia.
Es más el doloroso y angustioso drama, camino de la degradación personal, de
una pareja de amantes que se van consumiendo, macerados por galones de alcohol,
a través de una espiral de destrucción, precipitándose por un ineludible e
inquebrantable círculo vicioso, hasta lo más profundo de sus infiernos. No cabe
salvación alguna en sus vidas; solo muy al final asoma, a hurtadillas, una
posible esperanza, probabilidad incierta de redención, para uno de los dos.
Todo un rosario de promesas incumplidas, similar al que arrastramos los
españoles, durante este pasado año, aunque el que orla nuestro cuello luzca por
cuenta ajena.
2012 terminó como cabría esperar,
después de muchas promesas, de meter y mal meter, los datos finales nos dieron la espalda
– eufemismo sobre lo que realmente pienso y a la vez elipsis del barbarismo que
cabría “soltar”-. ¡Si, eso mismo que pensáis! He de reconocer, como bien nacido
que soy, que me equivoqué, allá por Enero pasado, cuando vaticiné que
pasaríamos de cinco millones de parados. El dato, más bien la coz en los
morros, habla “solo” de cuatro millones novecientos setenta mil. Ah,
pero claro, Diciembre regala el saldo positivo, en palabras del Ministro del
ramo, de casi setenta mil nuevos puestos de trabajo. A ver lo que duran. Al
respecto, días después, su jefe, Presidente nuestro Sr. Rajoy, aparecía en las
televisiones, el 28 de diciembre – ojo a la fecha -, disertando sobre
las excelencias de su modelo y la sostenibilidad, con él garantizada, del
Estado de Bienestar. ¡España va bien! Creo que aseguró a lo largo del
soliloquio. Supongo y quiero pensar que se referiría a la selección española de
fútbol de Vicente del Bosque, porque lo que es la piel de toro que compartimos.
Ya sabéis.
Lo que más me crispa es la aparente
tranquilidad, más bien frialdad de “walking dead”, versión seriada de
los zombis de George Romero, con la que comparecen ante los medios para decir “Digo
donde antes clamaron Diego” o para seguir metiendo la tijera, como malos
sastres de tres al cuarto, para dejarnos a todos en bolas y obligándonos a
hacer ayunos más que dietas, mientras los elegidos “por todos los españoles”
las cobran por representarnos en Las Cortes y El Senado, aunque a
tenor de las denuncias, tengan un piso en Madrid. O soy mucho más tonto de lo
que parezco, que debe ser mucho, y no entiendo las figuras semánticas y los
giros retóricos que utilizan sus señorías o esto es una locura mucho mayor de
lo que cabría esperar hace meses. Y ahora ya es cuando me estoy calentando en
exceso y si esto ocurre los exabruptos suelen escapárseme entre las yemas de
los dedos. Y digo: ¿Cómo güevos puede pretender superarse una crisis de
demanda, en la que los ciudadanos no tenemos ni para malvivir, si se oprime y
capa la posibilidad de compra por un lado con más impuestos y por otro con más
paro? Yo pediría a quien sepa más que este humilde e inculto ciudadano de
L'Entregu, que me explicase ¿cómo se
puede mantener el Estado de Bienestar si se reducen las partidas de Educación,
Sanidad y Asuntos Sociales? Mientras se tacha de antipatriotas a quienes no
comulgamos con las ideas neocon porque supuestamente somos los insolidarios que
criticamos a quienes saben mucho más que nosotros y como valientes que son se
atreven a desfacer el entuerto dejado por otros. Creo recordar de las clases de
Historia, en el “Insti” que nunca los “salva patrias” trajeron nada bueno a lo
largo de la historia de los homínidos. Se confunde la gaseosa con el cava y los
experimentos de laboratorio con la vida diaria de las personas. Y para culmen,
se aprovecha la necesidad social acuciante y creciente para enfrentar a unos
trabajadores con otros, como la fábula del “León y los cuatro toros”,
todo acompasado con la melodía desencadenada de una cada vez más deficiente
calidad de enseñanza que inhabilita a los ciudadanos. Y así somos más fáciles
de “convencer”. Un país, amigos míos, donde no debemos asustarnos de los casos
de corrupción porque no olvidemos que “La Picaresca” era un estilo de
novela endémico de España, donde Justina, Guzmán de Alfarache, Lazarillo,
“El buscón” son eternos ejemplos de la misma, en el siglo de oro de
nuestras letras, como lo fueron los “Libros de Caballería”, pero a toro
pasado, aquélla mucho más visionaria que ésta.
Se me viene a la cabeza, para
terminar, que en “Un mundo Feliz” Aldous Huxley contaba como en el futuro los
nacimientos ex – máter, en incubadora, clasificarían al azar, en categorías
intelectuales, a los ciudadanos. Así a bote pronto, a los individuos epsilom,
se les inyectaba alcohol en el cerebro, durante el proceso de gestación, para
frenar su desarrollo. Ya adultos, era usados en las labores más deplorables y
denigrantes, cual enanitos de Blancanieves, que en manadas iban entonando un
triste y quejoso “Ser epsilom es bueno... Ser epsilon es bueno...” Yo,
mientras pueda, seguiré diciendo, Carpe diem, amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario