domingo, 13 de enero de 2013

DÍAS DE VINO Y ROSAS


La imagen fue tomada de AQUÍ

Es una grandiosa “peli”, protagonizada por Jack Lemond Y Shirley MacLaine que, lejos de lo que cabría prometer o esperarse de esta gran pareja de actores, no es una comedia. Es más el doloroso y angustioso drama, camino de la degradación personal, de una pareja de amantes que se van consumiendo, macerados por galones de alcohol, a través de una espiral de destrucción, precipitándose por un ineludible e inquebrantable círculo vicioso, hasta lo más profundo de sus infiernos. No cabe salvación alguna en sus vidas; solo muy al final asoma, a hurtadillas, una posible esperanza, probabilidad incierta de redención, para uno de los dos. Todo un rosario de promesas incumplidas, similar al que arrastramos los españoles, durante este pasado año, aunque el que orla nuestro cuello luzca por cuenta ajena.
            2012 terminó como cabría esperar, después de muchas promesas, de meter y mal  meter, los datos finales nos dieron la espalda – eufemismo sobre lo que realmente pienso y a la vez elipsis del barbarismo que cabría “soltar”-. ¡Si, eso mismo que pensáis! He de reconocer, como bien nacido que soy, que me equivoqué, allá por Enero pasado, cuando vaticiné que pasaríamos de cinco millones de parados. El dato, más bien la coz en los morros, habla “solo” de cuatro millones novecientos setenta mil. Ah, pero claro, Diciembre regala el saldo positivo, en palabras del Ministro del ramo, de casi setenta mil nuevos puestos de trabajo. A ver lo que duran. Al respecto, días después, su jefe, Presidente nuestro Sr. Rajoy, aparecía en las televisiones, el 28 de diciembre – ojo a la fecha -, disertando sobre las excelencias de su modelo y la sostenibilidad, con él garantizada, del Estado de Bienestar. ¡España va bien! Creo que aseguró a lo largo del soliloquio. Supongo y quiero pensar que se referiría a la selección española de fútbol de Vicente del Bosque, porque lo que es la piel de toro que compartimos. Ya sabéis.
            Lo que más me crispa es la aparente tranquilidad, más bien frialdad de “walking dead”, versión seriada de los zombis de George Romero, con la que comparecen ante los medios para decir “Digo donde antes clamaron Diego” o para seguir metiendo la tijera, como malos sastres de tres al cuarto, para dejarnos a todos en bolas y obligándonos a hacer ayunos más que dietas, mientras los elegidos “por todos los españoles” las cobran por representarnos en Las Cortes y El Senado, aunque a tenor de las denuncias, tengan un piso en Madrid. O soy mucho más tonto de lo que parezco, que debe ser mucho, y no entiendo las figuras semánticas y los giros retóricos que utilizan sus señorías o esto es una locura mucho mayor de lo que cabría esperar hace meses. Y ahora ya es cuando me estoy calentando en exceso y si esto ocurre los exabruptos suelen escapárseme entre las yemas de los dedos. Y digo: ¿Cómo güevos puede pretender superarse una crisis de demanda, en la que los ciudadanos no tenemos ni para malvivir, si se oprime y capa la posibilidad de compra por un lado con más impuestos y por otro con más paro? Yo pediría a quien sepa más que este humilde e inculto ciudadano de L'Entregu,  que me explicase ¿cómo se puede mantener el Estado de Bienestar si se reducen las partidas de Educación, Sanidad y Asuntos Sociales? Mientras se tacha de antipatriotas a quienes no comulgamos con las ideas neocon porque supuestamente somos los insolidarios que criticamos a quienes saben mucho más que nosotros y como valientes que son se atreven a desfacer el entuerto dejado por otros. Creo recordar de las clases de Historia, en el “Insti” que nunca los “salva patrias” trajeron nada bueno a lo largo de la historia de los homínidos. Se confunde la gaseosa con el cava y los experimentos de laboratorio con la vida diaria de las personas. Y para culmen, se aprovecha la necesidad social acuciante y creciente para enfrentar a unos trabajadores con otros, como la fábula del “León y los cuatro toros”, todo acompasado con la melodía desencadenada de una cada vez más deficiente calidad de enseñanza que inhabilita a los ciudadanos. Y así somos más fáciles de “convencer”. Un país, amigos míos, donde no debemos asustarnos de los casos de corrupción porque no olvidemos que “La Picaresca” era un estilo de novela endémico de España, donde Justina, Guzmán de Alfarache, Lazarillo, “El buscón” son eternos ejemplos de la misma, en el siglo de oro de nuestras letras, como lo fueron los “Libros de Caballería”, pero a toro pasado, aquélla mucho más visionaria que ésta.
            Se me viene a la cabeza, para terminar, que en “Un mundo Feliz” Aldous Huxley contaba como en el futuro los nacimientos ex – máter, en incubadora, clasificarían al azar, en categorías intelectuales, a los ciudadanos. Así a bote pronto, a los individuos epsilom, se les inyectaba alcohol en el cerebro, durante el proceso de gestación, para frenar su desarrollo. Ya adultos, era usados en las labores más deplorables y denigrantes, cual enanitos de Blancanieves, que en manadas iban entonando un triste y quejoso “Ser epsilom es bueno... Ser epsilon es bueno...” Yo, mientras pueda, seguiré diciendo, Carpe diem, amigos.



                                                                                                          Heri Gutiérrez García.  

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