Aconstumbrados a creer en todo lo publicado caemos a menudo en errores tremendos. Así me ocurrió con el tan traido retablo del hórreo de Llorío.
No está limado, ni nadie lo ha intentado, sobre todo teniendo en cuenta la edad de sus propietarios y la precaria situación en la que se encuentra la edificación en su conjunto. Va a desaparecer seguramente no pasando mucho tiempo, pero de muerte natural, la carcoma, la humedad y el desinterés por los bienes culturales de las distintas administraciones del estado se encargaran de ejecutar dicha defunción.
Eso sí, al partido político que inventó la noticia y a los medios que la divulgaron -con aviesas intenciones políticas también- tampoco se les ha visto intención de liderar una movilización social que pase de la lógica rabieta y se ponga manos a la obra, presionando a las administraciones, recolectando recursos y proponiendo soluciones prácticas ya, desde ahora mismo. Sólo tinta de calamar y revuelo en los medios.
Aggggggg!!!! Shit!
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