...Y por los dos
sabrás, que el olvido del amor se cura en soledad... Esta era la letra de una
pegadiza canción del grupo charnego Gabinete Caligari, cuyo título “Camino
Soria”, vuelve a estar de moda en las gargantas de los españolitos que tenemos
que ganarnos las viandas diarias, más allá de la alta política.
El pluscuamperfecto ministro J.M.
Soria, impecablemente engominado, raya al medio, traje sobrio a juego, ha dado
muestras de su estilismo elitista, que no de su capacidad de análisis político
social, en una reciente comparecencia en el Senado. Lejos de la ribera del
Duero, el Canario se destapa con afirmaciones, casi dogmas de fe, horneados en
las calderas del Pedro Botero más neoliberal. ¡Qué si el carbón de las cuencas
mineras españolas es malo, sin calidad, ineficiente y caro! ¡Qué en Asturies se
han despilfarrado los fondos mineros durante décadas! ¡Qué no se ha creado
empresa autóctona ni capacidades locales que atraigan iniciativas foráneas! Y
más flores de la misma huerta o plátanos del bananero, que monta tanto. Bien;
considerando aceptable pulpo por animal de compañía, como permitía la campaña
publicitaria de un conocido juego de mesa durante los “gloriosos ochenta” -
coño, Sr. Soria, cuando empezamos a despilfarrar los astures -. Aceptando esto,
digo, serían bastante asumibles algunas de las “verdades” entonadas por el Sr.
Ministro de Industria. Entendiendo, siempre, que todo ello forma parte de una
complicada partida de ajedrez, eterna celada, en la que se vive un continuo
gambito de dama, cortejada por galanes como de Guindos, Montoro, Rajoy o Aznar,
algunos bajo la sombra de la torre de Bárcenas que amenaza desmoronarse sobre
ellos, hendida por el rayo.
Claro, como el que escribe estas líneas
no es político practicante, más bien agnóstico en ese mundo, un Diógenes ajeno
a las Cortes, no entiende ni pretende, de circunloquios maquiavélicos, hijos de
la oratoria de Demóstenes. Porque además, no lo olvidemos, los actuales padres
de la Patria, distan mucho de ser eruditos en la materia, como si eran los griegos.
Quizás por eso, el Sr. Wert Ministro de Educación, también parte del cortejo,
parece empecinarse en desmontar, más aún, si cabe, el sistema educativo
español. Así todos seremos analfabetos estructurales y por ello, más fáciles de
manipular, como “épsiloms” en el mundo
feliz de Aldous Huxley.
Pero volvamos al redil, sin que se
me vuelva a escapar el jamelgo. Obviando todas las premisas anteriores porque,
la verdad, si que podríamos haber hecho las cosas, al menos, un poco mejor
olvidándonos de vulgares juegos de tronos, tan empobrecidos por localismos como
por personalismos y rancias enemistades inexpugnables, hay algo que a mi “nun
me cuadra, Sr. “menistro” que diría mi güela Oliva”.
Y por fin aterrizamos, queridos
pasajeros. A mi juicio, debería haber sido el Sr Soria más comedido con las
comparaciones porque el buen profesor no compara públicamente a los alumnos
sino quiere crear adultos frustrados o, en su defecto, psicópatas “engorilados”.
Y de saltarse a la torera esta norma no escrita, que también vale para los
padres y los hijos – y él lo es de la patria que dice representar – debería
revisar la Historia “histeria” Política española reciente. Si los datos
biográficos son ciertos no podemos justificar desconocimiento por juventud, ya
que este Gran Canario ha pasado de largo el medio siglo de vida. Tampoco la
insularidad es esgrimible en su defensa pues pasó años como analista de
mercados en Hispanoamérica y formó parte del equipo de asesores de Carlos
Solchaga, por aquellas Ministro de Economía del Sr. Felipe González. ¡Si, a mí
también me rechina, amigos! Pero la vida da muchos cambios, bandazos más bien.
No sé entonces como puede olvidársele que el caso del País Vasco no tiene nada
que ver con el de las Cuencas Mineras españolas. De hecho, casi es una
aberración comparar los entornos de concejos como Laviana, Sobrescobio o Caso
con los de SMRA o Llangreu (sin que se enfaden los alcaldes amigos). Permita
usía que un pobre “profe” de Economía y Antropología le explique los
significados del uso del poder. Y no me voy a ir a la edad media, ni a la época
en que los incipientes Estados – Nación coaccionaban a los ciudadanos con
sumariales ejecuciones públicas. Vengo, por contra, mucho más acá, incluso de
Sabino Arana. ¿No sabe Ud. que el Euskadi disfruta de dos armas que el resto
del Estado Español – salvedad de Catalunya - no dispone? A saber: la primera,
deleznable a todas luces, se la procuran las armas, la “Kale Borroka” y el
extremismo radical abertxale. La segunda, se la otorgan las urnas por una Ley D’hontd
- necesariamente revisable – que
confiere al PNV la representación en Las Cortes y en muchas ocasiones como
partido bisagra que ayuda a gobernar en minoría. ¿Ah, qué no se acordaba? Pues
madure sus reflexiones, como los plátanos al sol de su bendita tierra, antes de
lanzarlas al espacio, porque aunque la canción de Jaime Urrutia diga el que
dolor es fugaz, a veces se hace insoportable, más allá del monte de las ánimas
o de las bocaminas a los que, mal que nos pese a todos, debemos de sobreponernos.
Heri
Gutiérrez García.
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