domingo, 19 de septiembre de 2010

EL HOLISMO Y LAS HUELGAS CALIENTES


Holismo se refiere a la imposibilidad de explicar un sistema total desde la singularidad de las partes. Es el conjunto, en si, el que define las características propias de sus elementos. Como decía Aristóteles, el todo es mayor que la suma de las partes por separado. Pensemos en la aldea global “global” en la que vivimos y como por los efectos mariposa o dominó y la teoría del caos la circunstancia particular, pongamos por ejemplo, en Singapur, afecta finalmente al prepucio de nuestras cuencas, bien por abaratamiento de costes salariales, competitividad empresarial, etc. Pero si seguimos “mangaos” en este peldaño de la escalera, nos puede entrar vértigo. Así, cuando bajamos pausada y trabajosamente por ella, entramos en el mundo del relativismo y ocasionalmente creer que lo nuestro, lo particular, es lo perfecto y lo otro, distinto y extraño, al menos alienante y degradado. Problema antropológico de difícil solución y que cada vez que lo enfrento, se me califica de “rojeras” descamisado o de pragmático utópico, a saber de quien me lea. Sin darnos cuenta que no existen verdades absolutas e invariables y que todo cambia según la música que suene.
Pues bien, hora es que a nivel mundial, los directores de orquesta cambien de son, que las partituras se reinventen y deconstruyan los parámetros otrora ya obsoletos y rancios en el presente. Las soluciones parciales nunca son satisfactorias, porque hilar muy fino a veces crispa y lleva a la desesperación de quien se ponga en traje “prèt-á-porter”. Por ejemplo, uno entre miles, la patronal considera insuficiente la flexibilización del mercado laboral “sacada” a golpe de decreto por parte del Gobierno Español y los sindicatos lo consideran una traición, en toda regla, e irreverencia contra el proletariado. Lo mismo se puede tararear del resto de agujeros hechos en el cinturón europeo, que no solo español, para intentar ajustar un modelo incoherente a todas luces. Todos los “jerifaltes de la U.E. pasan por alto las políticas formativas y tecnológicas - ¿deliberada o inconscientemente? - y parchean por doquier no dejando contento a nadie. Mejor es buscar soluciones conjuntas y no tirar piedras a las cabezas ajenas. Por ejemplo, la CEOE culpa a los coste salariales del problema de la falta de competencia que lleva al despido de trabajadores... Yo me pregunto por la gestión empresarial del Sr. que los representa. Hagan juego... No va más. Pero el exceso de relativismo sectorial en las reivindicaciones sindicales hace que solo los pertenecientes a las actividades más beligerantes sufran o ganen con las consecuencias. Porque distinto es una huelga general de movilizaciones sectoriales que pueden afectar colateralmente a otros compañeros trabajadores que no quieren, pueden o les permiten sus empresas secundarlas y se ven envueltos en ellas. Por ello debemos ser consecuentes y respetar las singularidades. Os lo dice alguien al que no le hace falta demostrar a nadie su compromiso con las Cuencas, que en su juventud fue, como todos, a las manifestaciones por ellas y su futuro a Uvieu y corrió de la “pasma” en los últimos cortes de los ochenta.
Por cierto, hoy que tanto dinero hace falta, habría que preguntarse que destino han tenido los fondos empleados en la recuperación de agentes financieros, pagos de carreras profesionales de ciertos colectivos y por ende, de la necesidad de recortes y tijeretazos en la opción pública. Por ejemplo, en Asturias este curso, al menos ahora en su inicio, hay unos quinientos “profes” menos.

Heri Gutiérrez García.

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