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jueves, 19 de agosto de 2010

La Educación en la "New Age"

No voy a referirme en este nuevo comienzo de curso a la Educación reglada, según se imparte en los centros de estudio, no. Voy a tratar de descifrar algo sobre los nuevos parámetros que hacen que los únicos primates que habitamos, caminamos los cuartos traseros y poblamos la tierra, nos relacionemos tal y cual con nuestros semejantes:Ni que decir tiene lo que le hacemos a los demás seres vivos del planeta.
Decía en "Capitán Tan", en "Los Chiripitiflaúticos", allá por fines de los 70´,y ya llovió desde esas, algo como lo siguiente: "En mis viajes por todo lo ancho y largo de este mundo..." la frase nunca era terminada porque alguno de sus compañeros, Locomotoro, Valentina, el Tío Aquiles o los malvados, pérfidos enemigos íntimos y desde la perspectiva actual infantiles "Hermanos Malasombra" le hacían callar. Pues bien; pensad si, ya no en vuestro devenir diario, sino en vuestros desplazamientos por trabajo, placer, negocios, canícula, lujuria o fervor "onegeril" no os habéis encontrado con situaciones donde la "People" se come viva, se saltan las colas, empujan por un pedazo de pan o por un adosado en la toalla, en primera linea de playa. Vanmos que hay veces que ni con Gregori y Botia, uno a cada lado, y pasan del 1,90, estarías seguro. Y yo me pregunto...¿Tan jodidamente necesitados estamos de reaizarnos socialmente? o ¿ tan grande es la falta de autoestima que nos hace atacar, vale, marcar el territorio, ante la menor muestra de agresión o mota de arena sobre la esterilla. Mucho nos falta, queridos amigos para poder desenvolvernos con total y práctica "apctitud", con "p" y con "c" en la vida.
Más bien, nos extrañamos cada vez que hallamos - fácil y desafortunado pareado - alguna persona que se destaca por su amabilidad, da muestra de grandeza y se hace adalid de la confianza. Habelos háilos, pero son de difícil "captura", como el ocelote en peligro de extinción. Cada vez que me encuentro con alguien y dialogamos sobre alguna de estas realidades de la "Cultura" o "Contracultura New Age" me hace sentirme un poco más viejo, no por que los destrozos del paso del tiempo se nos hagan cada vez más evidentes, sino por que parece que hablamos de cosas que no se estilan. Y por Dios, que no vuelvan los tiempos del cornetín; todo es mucho más sencillo. Recuerdo una anécdota de Camilo José Cela, tan gran escritor como áspero y soéz en el trato, al menos ante las cámaras, en la que comentaba que en un viaje por tierras de la Alcarria, con unos compañeros, se sentaron en la "antoxana" - saludo a los "compis" de Cuencas Minertas TV - de lo que supusieron un bar en la montaña. Al salir el "paisano" le pidieron unos choricinos y buen vino y al rato allí los tenían. No pasó mucho hasta que volvieron a pedir algo más "pa" picar y fueron nuevamente satisfechos. Cunado pidieron cuenta, el paisanín les dijo "Nada". Ellos, extrañados, le preguntaron la razón. Él les comentó que , como no era un bar, tasca, ni nada similar, no podía cobrar al viajero que tenía sed y estaba hambriento, y luego , como ya estaban en su casa, podrían disfrutar de aquello que quisieren. Algo me dice que la situación contada, distaría mucho de darse en la actualidad. ¿Qué pasará en el mundo, en la sociedad o en el código genético del ser humano cuando el egoísmo, individualismo y paroxismo nihilista del psicópata social es bien visto, imitado? Deberíamos bucear en los código culturales de cada pueblo, etnia o razón para sacar aquello verdaderamente provechoso. Si no, sucumbiríamos, como diría la versión más dura y reaccionaria de Clint Eatswood, en " Sin Perdón": "Alégrame el día Baby". Que viene a ser lo mismo, pero distinto que el consabido carpe Diem con el que os saludo, siempre. Más ahora que empieza el curso nuevamente.

Heri Gutiérrez García


Este artículo debería aparecer en septiembre pero lo hace en agosto y posiblemente también cuando debiera.

sábado, 1 de mayo de 2010

CON OTRO ACENTO

Hace más de quinientos años, tres carabelas partieron del puerto de Palos para, según cuenta la Historia oficial, encontrar una ruta más corta hacia las Indias. Aunque también es cierto que hay otras versiones menos aventureras, aleatorias y más sibilinas. Meses después, y tras varios intentos de motín, Rodrigo de Triana quedaría para la posteridad con su “Tierra a la vista”. Aparte de salvar la vida del almirante Colón y justificar los penares del viaje, significó el inicio, la desgraciada y pútrida génesis de lo que hoy conocemos como globalización. Ya en nuestros días, y durante estos últimos quince días, ha sido la Cultura Hispanoamericana la que nos ha visitado para darnos a conocer su existencia real, más al sur del Imperio “yanki”, porque al sur del Río Bravo también hay vida, plural, diversa y con derecho a desarrollarse. Y todo porque el Ayuntamiento de Langreo tuvo la idea de albergar en su seno la “ X Muestra de Cine y Documentales Iberoamericanos”.
El pasado viernes, después de la siesta, en la Biblioteca de Sama, como colofón de la misma, unos pocos fuimos afortunados al escuchar a los embajadores de Nicaragua, Ecuador y cónsul de Perú. De sus almas, entendimos la realidad en la que vive el cono sur del continente Americano, o tanto monta, del resto del mundo. Calentito y de primera mano, porque lo contaban sus propios protagonistas, sin intermediarios. Todo mucho más cruento y triste, para los que tengan sentimientos, que lo que la Economía nos mostró, la falacia del modelo “neocon”, o la Antropología nos descubre, la necesidad de entender las culturas singulares, particulares y propias de estos países, con la misma capacidad para existir que la que postula la Democracia liberal emanada y destilada desde el mercado. “¡ Pa quedarse frío...!” fue oír cosas como que menos del 10% de las escuelas en Nicaragua tienen electricidad - lógico “paez” que el cura, “nacíu” en “Les Roces”, Gaspar García Laviana, dejase el cáliz y cogiese la metralleta, aunque en su filosofía de vida, no tuviese cabida matar – y que otro tanto ocurre en Argentina, en el ruris de la Pampa, lejos de la “porteña” Buenos Aires. Conclusión de los insignes representantes de los ciudadanos hispanoamericanos, en nuestra España, es que la mentira está en que exista globalización, porque todos sus países están descolgados. Por no tener, su población, carece hasta de internet, bibliotecas o capacidad para echarlas a andar. El resto del mundo,“¿civilizado?”, hace oídos sordos a su clamor, y nosotros como parte de éste.
Nestor García Canclini, inicia su libro “Diferentes, desiguales y desconectados” con una frase del antropólogo Clifford Geertz: “Si no conoces la respuesta, discute la pregunta”, y lo triste es que el Sur, la Periferia del planeta, lleva mucho tiempo planteándonosla. Y seguimos tranquilamente sordos con el mundo pobre cada vez más desestructurado. ¡Aviso a navegantes!, no olvidad que en el primero, también se recrea la injusticia del desprecio al prójimo y el cuarto umbral ya es más que una “jodida” realidad. ¡Pero... hasta que no os toque... tranquilos nenes, no sufráis...!. Eso dejadlo a otros, porque con colaborar con las ONG en Navidad o para deducir de Hacienda tenemos bastante, llenita nuestra conciencia como la panza después de una copiosa cena.
Hay por contra, quienes como Isidoro Moreno hablan de un término cuyo significado, desde mi punto de vista, tiene muchas posibilidades de futuro, la “Glocalización”. Nace de la globalización de las culturas locales como alternativa al sistema de los “siete sietes” - invento mío que, como tal, no tiene significado más que el de los siete grandes y el mismo número de instituciones internacionales, entre ellas el Banco Mundial, que arañan más tierra para el modelo neoliberal -. Mientras no se actúe de esta manera, la cooperación de los Estados poderosos seguirá significando la limosna que se da al necesitado, cuando no una nueva y sibilina forma de colonización. Triste, pero real, como la vida misma. Pero como en los cuentos de Asterix y Obelix, siempre habrá una aldea, en alguna parte del tupido bosque que luche contra el “césar” o escondido entre las nebulosas, un escuadrón al mando de “Skywalker”, presto a darle la batalla a “Dark Bader”. Y merece la pena, ¿no os paree?.

Heri Gutíerrez García

jueves, 17 de septiembre de 2009

La noche de los lápices



El pasado 14 de Septiembre fue inaugurado en el Congreso Nacional, Honorable Senado de la Nación, en el Salón de las Provincias, a cargo de su Presidente Ing. Julio César Cobos, una muestra itinerante titulada "Memoria".
El proyecto presentado por la Senadora Silvia Ester Gallego (Pcia. de La Pampa) y organizado por la Dirección General Cultura del H. Senado de la Nación a cargo del Sr. Pedro Marabini, con el Equipo de Extensión Cultural, entre los cuales forma parte el Artista Plástico, Sr. Lautaro Dores quienes conjuntamente la Sra. Mónica De Felipe y la colaboración del Secretario Privado Sr. "Pampa Flores", conjuntamente con los señores Leandro Baldivieso, Omar Escales, Laura Prudencio, Estela J. Masjoan, Claudio Demetrio y Matías Arcuri, con la inestimable colaboración del los integrantes del Museo de H. Senado de la Nación Argentina.
La muestra tiene como objetivo recordar un hecho emblemático del terrorismo de Estado, acontecido hace 33 años -16 de Septiembre de 1976- en la Ciudad de La Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires, donde fueron secuestrados y desaparecidos un grupo de estudiantes secundarios, jóvenes que realizaban trabajos comunitarios en villas de emergencia. Los jóvenes formaban parte de la Unión de Estudiantes Secundarios.
Nombres para no olvidar: Claudio de Acha, (Colegio Nacional) de 17 años, María Clara Ciocchini,(Bellas artes) María Claudia Falcone,(Bellas artes) 16 años, Francisco López Muntaner 16 años, (Colegio Bellas artes) Daniel Racero, 18 años y Horacio Hungaro, de 17 años, ( Escuela Normal Nro.3). Patricia Miranda, de 17 años, a quien no se Logró sobrevivir, al igual que Emilce Moler secuestrada el mismo día, y de la misma edad que Patricia. Ambas eran alumnas de la Escuela de Bellas Artes. El 21 de septiembre perdió su libertad, Pablo Díaz, de 18 años, alumno de la escuela Media nro.2, que tras recuperar su libertad, pudo dar testimonio clave en el juicio a la Junta Militar del año 1985 Muchos de ellos eran hijos de militantes peronistas o con ideas de izquierda.
"...Los pueblos que no tienen Memoria, no tienen Futuro.." (sic)
Prensa - Arte del Mundo

lunes, 10 de agosto de 2009

Las caras del terror


Ferenc Szalasi
Nazi húngaro representado en la Terror Haza de Budapest. Hay que sembrar la memoria para que no crezca el olvido.

Fotografía de Mariano López de Miguel

domingo, 9 de agosto de 2009

Basta Ya de Comunicados de los Gabinetes de Agitpro de los partidos políticos

Ante los últimos episodios de la Dirigencia Política de nuestro país en los que se hurta a los profesionales de la información de su capacidad para realizar preguntas en las autotituladas "ruedas de prensa", que no dejan de ser comunicados de los gabinetes de los partidos implicados, no podemos quedar de brazos cruzados y con cara de pazguatos. Se impone el apagón informativo, las cámaras al suelo o a negro, los micrófonos apagados, los bolígrafos en la oreja y la espalda ofrecida hacia sus jetas tan bien pagadas. No se puede tolerar el control que pretenden extender hasta sus últimas consecuencias. Es preferible la ausencia de cobertura a determinados eventos pretendidamente informativos que no son más que burda manipulación y propaganda. Los propietarios de los medios y sus intereses obligan, como no, a sus trabajadores a acudir a esos simulacros pero no pueden obligar a los usuarios a tragar ese cúmulo de necedades y mentiras que todos los días nos vomitan. El apagón también puede ser de los usuarios finalistas de esa desinformación. Tenemos la obligación de rechazar esa basura, ese timo social, esa trampa tan burdamente urdida por especímenes que difícilmente tendrán sitio sino es en la estructura que los acoge como los colchones a los ácaros.
Por eso desde Cero a la Izquierda os animamos al apagón informativo. Usemos nuestra libertad contra esos gaznápiros.

martes, 9 de junio de 2009

Ken Saro-Wiwa


Hoy sé lo que vale tu vida,
Ken Saro-Wiwa,
11 millones de euros
y un balazo viscoso
brotado en tu tierra
con semillas invasoras.

Eso pagaron ellos
para que finalmente te calles
y cese con dinero
lo que no cesó con la muerte.

Pero ellos – los suyos – no callan,
Ken Saro-Wiwa,
siguen pisoteando pechos
ogoni en Nigeria,
paracanás en Brasil,
pechos de Pizango
en la selva peruana.

¿Cuánto costarán todas estas vidas?
¿Cuándo y a quién se lo pagarán?
¿Cuántas vidas puede quitar todo el dinero del mundo?

La verdadera prisión,
Ken Saro-Wiwa,
no es la celda húmeda y miserable
pero la tos ahogada
en petróleo y sangre
de los mismos pechos
cobardes y amedallados
y encorbatados
y orgullosos
que te callaron el grito
de los gritos
de nuestros gritos.

La verdadera prisión,
Ken Saro-Wiwa, no es tu muerte.
La libertad que te pulsaba,
como un motor en el pecho,
seguirá moviéndote
hecha viento en tu alas.

La verdadera prisión,
Ken Saro-Wiwa,
es la idea infame
de que vale el oro
lo mismo que el alma.
(09/junio/2009)

Hoy la multinacional Shell acordó pagar 11 millones de euros para evitar que el juicio que le acusa de matar a 9 ecologistas nigerianos (ogonis) – entre ellos el poeta Ken Saro-Wiwa – siga adelante. ¿Quién paga 11 millones para librarse de un crimen? El culpable. Aquí puedes ver la notícia y aquí el poema La verdadera prisión, de Ken Saro-Wiwa.


Fuente http://obocatriste.wordpress.com/

sábado, 30 de mayo de 2009

viernes, 13 de marzo de 2009

Maldita hospitalidad

SOLEDAD GALLEGODÍAZ
El País, DOMINGO 08032009

Quien promueva la permanencia irregular en España de un extranjero cometerá una falta grave,
sancionada con una multa de entre 501 y 10.000 euros. Lo dice el anteproyecto de modificación de la Ley de Extranjería, impulsado por el Gobierno, que explica en qué consiste exactamente esa falta: "Se considera que se promueve la permanencia irregular cuando el extranjero dependa económicamente del infractor". La multa es exactamente igual a la prevista para los empresarios que no den de alta al trabajador extranjero en el Régimen de la Seguridad Social o que cometan irregularidades en el contrato de trabajo. Es decir, se piensa que merecen igual castigo quienes intenten ayudar a un extranjero, pagándole la comida o la vivienda, sin sacar provecho económico alguno, que a quien se aprovecha de él y le explota. La hospitalidad, probablemente uno de los conceptos más antiguos y conmovedores de la humanidad, se ha convertido en el mundo de hoy en una falta grave, que el Estado tiene que erradicar a toda velocidad.
Hasta ahora se había comentado ampliamente la dureza del proyecto de ley con los inmigrantes
irregulares, disimulada, eso sí, tras una larga retahíla de artículos en los que se reconocen derechos que ya estaban reconocidos y amparados y que ahora se enuncian nuevamente, como sombrilla bajo la que se colocan nuevas, y muy discutibles, normas de internamiento forzado y expulsión. Quedaba por aclarar que quienes se atrevan a acoger o ayudar a los inmigrantes en situación irregular, es decir, a seres humanos que no han cometido ningún delito, sean españoles o extranjeros legalizados, serán también duramente perseguidos.
La idea es tan violenta que el propio texto legal explicita que "en la propuesta de sanción se tendrán especialmente en cuenta todas las circunstancias personales y familiares". Quizá la multa sea menor si se trata de un inmigrante "con papeles" que no ha expulsado de casa a su hermano, en situación irregular, o de un trabajador social poco dado a cerrar la puerta de su comedor público. Las autoridades prometen estudiar cada caso con cuidado. Lo que importa, sin embargo, no es la benevolencia con que se aplique este artículo de la ley, sino la profanación que supone su simple enunciado. Profanación no es una palabra religiosa. Significa deshonra, uso indigno de algo que se considera respetable y las leyes, la ley, debería entrar en ese apartado. El concepto de hospitalidad tampoco es un concepto religioso. Más bien era una obligación impuesta por los dioses a los humanos en la antigüedad, una manera de hacerles hombres y mujeres. No se trató nunca de una virtud moral sino de una responsabilidad. No se trata de ser "hospitalarios" porque somos buenos y tontos (una asociación de ideas que tanto gusta a los imbéciles malvados), sino porque es una obligación del ser humano, una de las más antiguas que se recuerdan y reconocen.
Un numeroso grupo de ciudadanos españoles, convencidos de esa obligación, ha promovido un
manifiesto para la reforma de la ley que se titula: "Salvemos la hospitalidad" (el documento se puede descargar en http://www.dosorillas.org/spip.php?article1833). Entre otras cosas, el manifiesto señala que "el Estado español pierde toda legitimidad ético jurídica cuando legisla contra el contenido esencial de los Derechos Humanos, despoja de ayuda a las personas en situación irregular y pretende intimidar a quienes ejerzan la hospitalidad y el cuidado del otro". Entre los firmantes hay representantes de agrupaciones religiosas, catedráticos de Derecho (muchos vinculados con la Universidad de Comillas), fiscales, artistas y ciudadanos anónimos, que se niegan a dejarse meter miedo y que exigen que las sanciones se reserven explícitamente para quienes se aprovechen "con ánimo de lucro" de las necesidades de los extranjeros
"sin papeles". Esa mención atajaría los posibles casos de empleadas del hogar en situación irregular, que no son declaradas como trabajadoras y de las que, sin embargo, se obtiene un rendimiento, sin colocar en pie de igualdad a quienes realmente no obtienen ningún beneficio de la ayuda que prestan.
Es cierto que el Gobierno español no es el primero en Europa en dar paso a normas de este tipo. Francia, por ejemplo, ya recorrió ese camino. La Italia de Berlusconi ha llegado todavía más lejos. Lo que quizá resulta más lastimoso del caso de España es que las nuevas normas se van a aprobar justo cuando la crisis mundial ha frenado en seco, por lo menos de momento, las corrientes migratorias y cuando está bajando la presión por la llegada de nuevos inmigrantes indocumentados.


Fuente Asur Fuente

martes, 30 de septiembre de 2008

Dos reflexiones sobre el "Manifiesto Comunista", de Marx y Engels: situación histórica y espejo para la actualidad

.- EL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA EN RELACIÓN CON SU ÉPOCA.
1.1. Aproximación
El Manifiesto del Partido Comunista tuvo muy poca resonancia a raíz de su publicación. No fue una obra que se leyera demasiado ni que circulara en exceso. El año concreto de su publicación, 1848, coge a los pueblos europeos sumidos en una situación difícil, pues es una época de revueltas en la que el papel impreso suscita menos interés que la acción propiamente dicha. Tendrán que pasar los años para que las influencias, no ya del Manifiesto del Partido Comunista, sino del propio marxismo en general, se dejen sentir con fuerza evidente. Poco se puede decir, en efecto, sobre las influencias en su época de esta pequeña obra si no la miramos unida al resto de las obras de sus autores. Habría que esperar hasta 1864, fecha de la fundación de la Primera Internacional, para que el marxismo en general fuese la forma de pensamiento por excelencia del movimiento obrero.
En efecto, el de 1848, dicho sea en palabras vulgares, es un año “movido”. El surgimiento de las revoluciones democrático-burguesas que culminaron con la Comuna de París -intento revolucionario de carácter no ya burgués, sino socialista, proletario-, van haciendo que la burguesía se muestre, paulatinamente, como contrarrevolucionaria y antidemocrática, a la vez que se produce el lento pero decidido empuje del proletariado. Sin embargo, no se puede olvidar que es la propia burguesía quien lleva las riendas de los procesos en la época, lo que hace fracasar todas y cada una de las incipientes tentativas de la clase obrera -por esto y por factores como la invalidez del socialismo utópico que Marx y Engels reconocen en el Manifiesto y en otras obras posteriores al mismo-, incluida la de la misma Comuna de París, a pesar de que después del 48 el movimiento obrero comience a librarse de tales influencias burguesas. Todo el entramado revolucionario hace que el Manifiesto del Partido Comunista presente algunas carencias que el marxismo iría rellenando en obras posteriores y complementarias (La lucha de clases en Francia de 1848 a 1850, o bien Revolución y contrarrevolución en Alemania, por ejemplo). El tema del Estado se aborda en la obra de forma muy abstracta y general, pero en otras posteriores se tiende a la precisión y a la definición exactas: la idea de la destrucción de la máquina del Estado (que de sí no aparece en el Manifiesto), la de la revolución permanente, etc., incluyendo la teoría de la plusvalía, que sería elaborada, asimismo, con posterioridad. Subyace, además, en el Manifiesto del Partido Comunista una idea marxista de aquellos años que, con el tiempo, sería rectificada (o precisada): Marx y Engels veían demasiado cerca la revolución proletaria, el socialismo. El propio Engels lo reconocería aduciendo que en esos años la doctrina económica marxista aun no se había perfilado en su totalidad. Por supuesto, las experiencias revolucionarias del 48 hicieron que se profundizase en el estudio del capitalismo en muy diversas obras, entre ellas la más importante de Carlos Marx, El Capital, cuya primera parte data de una fecha muy tardía con respecto a la de publicación del Manifiesto (en 1867, casi veinte años después).
El Manifiesto del Partido Comunista es, por lo tanto, y sobre todo, un punto de partida y no un hito de la teoría marxista. Es una raíz de la que parten infinidad de cuestiones de mucha importancia, como veremos más adelante.
Realmente el primordial valor que para su época posee esta obritaa (aunque podría muy propiamente decirse que son Marx y Engels quienes lo poseen) es el de haber sido la primera expresión para la fundación del socialismo científico. Hasta entonces, y el propio Manifiesto lo aporta, el “socialismo” había sido de diferentes cuños, pero con el denominador común del paternalismo y/o del querer aprovecharse de la clase obrera (léase “socialismo feudal”, “socialismo cristiano”, “socialismo pequeño-burgués” o “socialismo conservador”). Filosóficamente también habían surgido movimientos que, como el “socialismo alemán” o “verdadero”, habían servido a los intereses reaccionarios por la falsedad de sus planteamientos. Los autores del Manifiesto también son profundamente críticos con sus predecesores, los socialistas y comunistas crítico-utópicos, que, como Saint Simon, Fourier u Owen, “repudian toda acción política y de modo explícito la revolucionaria y quieren alcanzar su meta por la vía pacífica, intentando abrir camino al nuevo evangelio social con el poder del ejemplo, mediante pequeños experimentos que acaban, como es natural, en el fracaso.” (1)
1.2. Breve referencia al análisis histórico en el Manifiesto del Partido Comunista y a sus bases histórico-filosóficas
El hecho de que el capitalismo se afianzase en Europa dejó entrever cómo el progreso burgués presentaba aspectos de antagonismo claro. La dicotomía entre riqueza y pobreza, la falta de control en la producción, la creciente explotación de hombres, mujeres y niños, las vejaciones a las que eran sometidos, la progresiva desaparición de las pequeñas propiedades de artesanos y campesinos absorbidas por la monstruosa máquina del capitalismo decimonónico, presentan una situación abonada para el surgimiento del marxismo, el cual no es otra cosa que un profundo reflejo filosófico y científico, desde la visión del revolucionario, de los referidos antagonismos de clase -políticos y, por supuesto, económicos-.
El Manifiesto del Partido Comunista es, además de un “manifiesto” propiamente dicho, un lúcido análisis histórico y político de esa época. Un excelente razonamiento sobre el pasado histórico en función de la lucha de clases y de la propia situación de las clases desfavorecidas con respecto a los explotadores. Enlaza el pasado con su presente y explica concisamente dónde se encuentran los factores que explicitan el nacimiento de la nueva clase, el proletariado: “En la misma medida en que se desarrollaba la burguesía, es decir, el capital, se desarrollaba el proletariado, la clase de los obreros modernos, que tan sólo puede vivir a condición de hallar trabajo y tan sólo puede hallar trabajo a condición de que éste acreciente el capital” (2).
El marxismo, tanto en general cuanto en lo expresado a través del Manifiesto, no sólo posee la base social e histórica a la que hemos aludido, sino también unos antecedentes filosóficos y científicos. Lenin diría que el marxismo es una continuación de la doctrina de los representantes de la filosofía, el socialismo y la economía política (3), que bebe principalmente en las fuentes del socialismo crítico-utópico (Fourier, Owen, Thomas Spence, Saint Simon, Babeuf), de la economía política clásica (Adam Smith, David Ricardo, Thomas Malthus) y, por supuesto, de la filosofía idealista alemana (Hegel y sus, en cierto modo, epígonos, como Feuerbach o Max Stirner).
El núcleo central del surgimiento del marxismo va desde fines de los años 30 del siglo XIX a fines de los años 40. A este último momento de iniciación pertenece la obra de que estamos tratando. La filosofía marxista atraviesa dos fases formativas fundamentales: por un lado, el paso de Marx y Engels del idealismo hegeliano al democratismo revolucionario y al comunismo científico (anteriores a la publicación del Manifiesto del Partido Comunista), y, por otro, la elaboración de los principales presupuestos del llamado “materialismo histórico”, cuyos primeros frutos son la Miseria de la filosofía, de 1847, y el Manifiesto del Partido Comunista.
Pero algo que llama la atención poderosamente es que la figura intelectual de Carlos Marx y las concepciones teóricas de éste y, naturalmente, de su compañero Engels, es decir, el marxismo, son un producto claro de su época, un época muy concreta, que se constituye a la vez en tajante y transcendente respuesta a los problemas acuciantes de la misma. El hecho de que hayan sabido imbricarse y responder en y a su modo de una forma tan sistemática explica por qué ha tenido tanta importancia frente a otras teorías que solo reflejaron influencias de tipo general.
1.3. Algunas repercusiones históricas del marxismo
Como repercusiones inmediatas (aunque “inmediato” en nuestro contexto no signifique menos de algunas decenas de años) el marxismo posibilitó la existencia de pensadores y de teóricos que, en algunos casos, supusieron posteriores bases revolucionarias añadidas al marxismo mismo, por supuesto si entrar a considerar a revolucionarios ya inmersos en la dinámica del siglo XX que, como el propio Lenin, supusieron otro tipo de avances. A filósofos como el alemán Joseph Dietzgen se unen destacados elementos de la práctica revolucionaria en el seno de la clase obrera, como es el caso del francés Paul Lafargue. El social demócrata F. Mehring, que sería uno de los fundadores del Partido Comunista Alemán, es otro de los nombres destacables, junto al filósofo italiano Antonio Labriola, quien nos da un notable testimonio de las influencias del Manifiesto del Partido Comunista, de su alcance histórico, puesto que para él marca el inicio de la “nueva época”. Y así es, en efecto -y esta es la consecuencia histórica más importante-: en filosofía y también en historia podríamos hablar, al menos en cierto modo, y siguiento la terminología que le es propia al marxismo, de la “vieja época” (antes del él) y de la “nueva” (después).
En todo caso, ni el Manifiesto del Partido Comunista ni la teoría marxista tratan de profetizar. Marx y Engels no eran adivinos, ni magos, sino profesores y economistas. Y las previsiones desde aquella perspectiva van siempre encaminadas a cuestiones generales, como no podía ser de otro modo. Decir que los autores del Manifiesto acertaron o se equivocaron es simplista. Lo que sí se llegó a considerar como valor cierto y principal fue el concepto de lucha de clases como motor de la historia.
Al calor de las ideas marxistas estallaron revoluciones proletarias que en algunos casos fueron un fracaso total (como la alemana) y en otros un éxito que devino fracaso con el paso de los años (como la rusa). Es notable el hecho de que la primera revolución proletaria y socialista triunfante en elmundo, la revolución rusa de octubre de 1917, no se diera en un país con las características específicas que Marx y Engels habían supuesto, pero sí significó, a la larga, una serie de cambios en toda Europa, que la configuraron para la modernidad convirtiéndola en algo radicalmente distinto a lo que había sido hasta entonces: por una parte la instauración, hasta 1989, del grupo de países satélites de la extinta Unión Soviética, mal llamados “socialistas”, en la parte oriental (cuya praxis política, por cierto, sólo sirvió para denigrar el pensamiento de Marx y Engels y envolverlo en una pátina rancia que lo desprestigió sin contemplaciones por el engaño a que aquellos regímenes sometieron al mundo y cuyas consecuencias ideológicas sigue pagando la izquierda en la actualidad), y, por otra, lo sucedido en la parte occidental, a saber, las mejoras de tipo sociolaboral y la consecución de derechos por parte de la clase obrera (cosa que, precisamente, y por fortuna, ha perdurado hasta hoy, aunque haya motivos sobrados para alarmarse, dada la paulatina pérdida de algunos de esos derechos y de muchas de aquellas mejoras).
II.- EL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA EN RELACIÓN CON LA ACTUALIDAD.
En el Capítulo III del Manifiesto del Partido Comunista se dan un total de diez medidas de aplicación general que el proletariado deberá aplicar en caso de conseguir el poder. Entre ellas están un “fuerte impuesto progresivo” (punto 2), “educación pública y gratuita para todos los niños” y “abolición del trabajo infantil” (ambos del punto 10), etc. Lo realmente chocante es que, al menos, estos dos puntos son reales y efectivos, en gran parte, en nuestra actual sociedad capitalista y burguesa en la que el proletariado aun no ha accedido al poder, y que algunos otros que no apuntamos aquí también se han hecho realidad en algunas sociedades burguesas actuales. Desde luego no es ninguna casualidad. No son “regalos” de la clase dominante, sino conquistas que los trabajadores han logrado después de muchos años de lucha, de sufrimientos y de penalidades, de muertes, de infamias, de actitudes hostiles. Por lo tanto podemos afirmar que el alcance, la influencia actual del marxismo, llega hasta ahí en lo tocante a avances sociales. Sin embargo, el estado del bienestar, regido en gran parte por la social democracia europea de los últimos años, parece atravesar baches muy peligrosos que hacen tambalearse algunos de aquellos derechos que tanto costó conseguir.
Se trata, continuando con lo antes mencionado, de que la burguesía ha hecho al proletariado una serie de “concesiones” materiales (cómo el proletariado las ha conseguido ya queda dicho), pero no de una manera desinteresada. El triunfo de la revolución rusa y la creciente influencia del marxismo durante el siglo pasado, de algún modo “amedrentaron” a las clases dominantes. Tenían, por lo tanto, que “comprar moralmente” al proletariado, pues físicamente ya lo habían hecho. Y esta “compra” progresiva y constante ha hecho que las condiciones de vida de los trabajadores mejorasen, pero también que el proletario que Marx y Engels concebían se debilitase como tal, convirtiéndose, con el paso de los años, en un obrero aburguesado, con inquietudes de burgués, con pequeñas propiedades y bienes de consumo, con tiempo libre, pero, así y todo, explotado. El obrero es, a la vez, un consumidor que fomenta e impulsa del comercio capitalista. Ya no existe, pues, como tal, el proletariado marxista.
Pero todo este problema, a pesar de las objeciones al término “proletario”, sobre el que luego volveremos a incidir, ya había sido intuido en la obra que estamos analizando. Así, en el Capítulo III, parte 2, se dice: “los socialistas burgueses quisieran tener las condiciones de vida de la sociedad moderna sin las luchas ni peligros que necesariamente conllevan. (…) Quisieran la burguesía sin el proletariado. (…) Una segunda modalidad menos sistemática, pero tanto más práctica de socialismo, trata de enfriar cualquier iniciativa revolucionaria de la clase obrera haciéndole ver que no es tal o cual reforma política lo que le reportará ventajas, sino tan solo la modificación de sus condiciones materiales de vida, de su situación económica. Por modificación de las condiciones materiales de vida no entiende este socialismo la abolición de las relaciones de producción burguesas -cosa que sólo se puede obtener por el camino de la revolución-, sino las mejoras administrativas que se efectúan en el marco de esas relaciones de producción y que en nada modifican, por tanto, la relación entre capital y el trabajo asalariado”. Podríamos tildar a nuestra sociedad burguesa, entonces, con el término de “socialista burguesa” o “socialista conservadora”, puesto que las aspiraciones de una parte de la burguesía de “mitigar los males sociales al objeto de asegurar la permanencia de la sociedad burguesa” (4) se han cumplido. Y en este sentido desempeñan un rol fundamental en Europa los partidos social demócratas, e incluso, los denominados partidos socialistas u otras agrupaciones de izquierdas, con componentes ecologistas, e incluso nacionalistas (como en el caso de España, PSOE o IU) de ideología, asimismo, social demócrata.
En cualquier caso, todas las concesiones hechas carecen de valor desde el punto de vista marxista a la hora de seguir analizando las relaciones entre trabajo y capital, puesto que, al igual que en el lúcido análisis de Marx y Engels, en la actualidad el capitalista no paga al obrero su trabajo, sino su fuerza de trabajo, considerada como una mercancía más. Si lo remunerado fuese el trabajo, el capital estaría a disposición social, es decir, a disposición de todos, y no solamente de unos pocos, los burgueses -en la terminología de Marx-, los capitalistas, que aun continúan teniendo los medios de producción. La única diferencia que suponen las “concesiones” burguesas es meramente cuantitativa en el sentido de que al obrero se le paga algo más de lo estrictamente necesario para que sobreviva, propina que conlleva consumismo, o ahorro, pero, en todo caso, el marco en el que se desarrolla la llamada sociedad del bienestar que, con sus altibajos y sus crisis, es nuestro escenario vital en la actualidad, por lo menos en Europa.
Siguen vigentes, además, análisis concretos de cuestiones concretas, como el que atañe a caracteres cosmopolitas de la producción y el consumo: “mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha impreso un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países…” (5) y su secuela, el colonialismo y el imperialismo actuales, la “globalización”, que hoy se vive también de manera directa y que de forma muy sangrante están sufriendo los países llamados del Tercer Mundo (nuevos fenómenos como el terrorismo globalizado son una consecuencia directa de esta situación); puesto que según el Manifiesto del Partido Comunista el sistema de producción burgués fuerza a todas las naciones a hacer lo suyo, las fuerza a convertirse en burguesas, es decir, a seguir los dictados del capital, para que los pocos sigan enriqueciéndose a costa de que los muchos se emprobrezcan. Además, como ya se dijo más arriba, la sociedad consumista impuesta por el capitalismo hace que el dinero que el obrero obtiene por encima del necesario para su supervivencia revierta en las mismas arcas de donde ha salido, puesto que desde todos los medios de comunicación y de propaganda se le insta al consumo, a gastar todo lo que tiene e, incluso, lo que no tiene, endeudándose y, por lo tanto, esclavizándose un poco más. Esta reflexión tan actual aparece, sin embargo, muy bien perfilada en el Manifiesto: “Apenas acabada la explotación del obrero por el capitalista, de modo que aquél pueda percibir su salario en mano, los otros representantes de la burguesía caen inmediatamente sobre él en forma de propietario de la vivienda, de tendero, de prestamista, etc.” (6); aunque aquí de lo que se trata es de elementos vitales (hogar, comestibles, préstamos para subsistir…), en un análisis de la actualidad concreta podríamos añadir vendedores de objetos de consumo muy variados (coches, moda, bebidas, música, juguetes, y un largo etcétera), cuyas ganancias se suman a las arcas del capitalista (representado, en general, por el fantasma de las multinacionales).
La cuestión es que el propio obrero ha perdido la conciencia de clase debido a las mencionadas “concesiones” que su lucha y el temor de la burguesía le habían reportado. Y no suele hacerse reflexiones como la que acabamos de hacer o le importan muy poco (enriquecer a otros a base de su trabajo, pero también de su consumo), cegado como está por los deslumbrantes reflejos de nuestra sociedad del bienestar. Sin embargo ese “bienestar” no es eterno. Hemos de tener muy en cuenta las etapas de crisis periódicas que atraviesa el comercio, también apuntadas por Marx y Engels, dentro de una de las cuales nos hallamos inmersos ahora. Lo que sucede es que el análisis de una crisis como la actual es mucho más complicado de lo que podría ser solamente a la luz de la teoría de la superproducción expresada por los autores del socialismo científico. En la actualidad aparecen factores de enorme peso y consideración, ausente en etapas anteriores: sobre todo la intervención estatal en la economía y la fuerza de los sindicatos, tanto para movilizar como para anquilosar y desmovilizar a las masas obreras.
De lo que no cabe duda es de que estas mismas scrisis son las que ponen en peligro -a pesar de la seguridad y de la confianza que muestran algunos trabajadores- las “concesiones” que la burguesía le hizo en su día a la clase obrera en las condiciones que ya hemos expresado más arriba. En otra etapa de la historia europea la crisis se saldó con un parche de emergencia para el capitalismo, constituido por los fascismos, y con una guerra muy cruenta que fue consecuencia de ellos. Hoy por hoy las crisis las pagan, como a la vista está, los supuestos “beneficiarios” de las “concesiones” burguesas, o sea, los trabajadores. El problema fundamental con el que nos enfrentamos es que el creciente desempleo y la marginación social que puede conllevar no conforman “proletarios”, sino algo que más bien se parecería a los “lumpen-proletarios” de la teoría marxista: siguiendo el Manifiesto del Partido Comunista, esta subclase no es aprovechable para la lucha revolucionaria, dada su predisposición a “dejarse comprar en apoyo de maquinaciones reaccionarias” (7). Las bolsas de marginación, en general, producen en la actualidad una clase de subproletarios que la clase obrera misma desestima y margina a su vez, pues es un sector de condiciones vitales muy irregulares. El problema está en que las condiciones de lucha por la supervivencia en que se ven envueltos los convierte en individualistas que huyen de las acciones colectivas. Y tal vez esta reacción haya comenzado a darse también entre los trabajadores “normales”.
Por otro lado, hoy, en las sociedades burguesas, se pretende que el “libre desarrollo de cada uno sea la condición para el libre desarrollo de los demás”, lo que es una cita textual del Capítulo II del Manifiesto del Partido Comunista, aunque esta premisa, en nuestra sociedad actual, regida por los intereses del capital y por los monopolios internacionales, no deja de ser una caricatura. Las democracias occidentales, Europa, EE.UU., y demás países desarrollados, disfrutan -disfrutamos- de un sistema de libertades, un sistema que tiende, según se nos dice, incluso por ley, a la igualdad y a la convivencia. Pero ¿es esto realmente cierto?, ¿a costa de qué y de quién? Ahí están el desempleo, la pobreza, la marginación, dentro de los propios países -aunque los textos legales reconozcan pomposamente el derecho al trabajo y a la vida digna de todos los ciudadanos-, y la explotación ejercida por esos países avanzados sobre los subdesarrollados del Tercer Mundo.
Es decir que el Estado burgués continúa inventando redes que sustenten su supremacía y el sistema de enriquecimiento de los pocos a costa de los muchos. No nos engañemos, la injusticia está presente en nuestras sociedades avanzadas, entre otras cosas porque a cambio de ciertas libertades individuales, basadas, por supuesto, en el poder adquisitivo de cada cual, el obrero se conforma con sus pequeñas propiedades -ridículas frente a las auténticas propiedades del capitalista- y con su destino pequeño-burgués de nuevo cuño.
Los tentáculos de la burguesía han llegado, pues, más allá de cualquier previsión, haciendo que el obrero sí tenga hoy propiedades “que perder”, a pesar de tener todo “un mundo que ganar” (8). Pero ¿no valdría la pena renunciar a pequeñas propiedades ilusorias que son, a la larga, fáciles de perder en la sociedad burguesa, en favor de la propiedad social? Porque, hoy por hoy, a pesar de esas pequeñas propiedades, el capital está en manos de la burguesía y no a disposición realmente social. ¿Cómo? Es muy difícil de decir. Transformar la sociedad para que sea más justa ha de ser labor de los políticos de izquierdas. La luz que aporta el Manifiesto del Partido Comunista es lejana y, por lo tanto, tal vez un poco mortecina, pero luz al fin y al cabo, y de ella pueden aprenderse muchas cosas.
Todavía son actuales aseveraciones como ésta: “Los postulados teóricos de los comunistas no se basan, en modo alguno, en principios descubiertos o ideados por cualquier redentor visionario. Son formulaciones generales de situaciones reales que se dan en una lucha de clases real, en el movimiento histórico que se desarrolla a la vista de todos. (…) Lo que caracteriza específicamente al comunismo no es la supresión de la propiedad en general, sino la supresión de la propiedad burguesa. Sólo que la moderna propiedad privada burguesa es la expresión última y más acabada de la producción y apropiación de productos basadas en los antagonismos de clase, en la explotación de unos hombres por otros. En este sentido, los comunistas sí que podrían resumir sus teorías en esta sola fórmula: supresión de la propiedad privada.” (9)
Hemos hecho todas estas disquisiciones y apreciaciones sobre la actualidad o no actualidad del término marxista “proletariado” para llegar a conclusiones que nos parecen acertadas, aunque evidentemente, sean subjetivas. Pero algo que no se puede poner en duda es la absoluta vigencia actual que la definición marxista de burguesía continúa teniendo. Quienes hoy siguen disponiendo del capital y de los medios de producción de forma total son los burgueses y no los obreros y, desde luego, se sigue contemplando a la clase trabajadora como acrecentadora del capital mientras los intereses de la clase dominante así lo exijan (10). Por esto mismo se le han hecho concesiones: las mejoras sociales redundan en un cierto bienestar del obrero, que se acondiciona a las imposiciones burguesas, que se suaviza frente a la clase dominante -pensando que se ha equiparado a ella- y que revierte en una mayor tranquilidad, acomodo e impunidad de ésta. Pero también en una paz social que fue muy difícil de conseguir en otros tiempos.
Además, en nuestras sociedades “avanzadas”, “el capital goza de autonomía y personalidad mientras que el individuo activo vive en la coerción y la impersonalidad” (11). La meta, como en tiempos del Manifiesto del Partido Comunista, ¿continuará siendo la supresión de la personalidad, la autonomía y la libertad burguesas para que cese la explotación del hombre por el hombre?. También hoy la educación, mal que nos pese, es “adiestramiento para el manejo de la máquina” (12), aunque lo sea en un sentido más amplio que entonces. Y también hoy el burgués acusa al comunista de que sustituyendo la educación doméstica (burguesa) por la social “se elimina la más pura intimidad familiar” (13). La sociedad actual sigue aprovechando la educación para introducir la forma de pensar de la clase dominante, eso sí, de una forma más o menos enmascarada, a pesar de los intentos en contra que a diario se llevan a cabo por parte de educadores conscientes que pretenden formar personas y no esclavos. De ahí el determinante papel del estudio de las Humanidades y de una formación que fomente el desarrollo crítico de la persona ante el Mundo.
La burguesía actual no es otra que la heredera de la ya definida por Marx y Engels. Más afianzada en su poder por esa tranquilidad que hemos explicado, nuestra clase burguesa de hoy se constituye en la línea de continuidad más clara de aquella que había surgido “de las ruinas de la sociedad feudal” y que no había “suprimido los antagonismos de clase” (14). “Lo único que ha hecho -continúan los fundadores del socialismo científico- es establecer nuevas clases, nuevas condiciones de opresión y nuevas formas de lucha en sustitución de las anteriores” (15). Y esto es cierto también en nuestra sociedad. Porque el marxista consecuente ha de establecer nuevos métodos de lucha para nuevas condiciones de opresión, aunque esa opresión esté camuflada y trate de hacer creer al obrero que éste ya ha conseguido casi todos sus logros. Aunque cada una de las fases de desarrollo de la burguesía va “de la mano del correspondiente progreso político” (16).
Hoy, igual que en 1848, puede decirse, pues, que “el poder estatal moderno equivale al Consejo de Administración de los intereses generales del conjunto de la burguesía” (17).
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NOTAS:
(1): Manifiesto del Partido Comunista, Capítulo III, parte 3.
(2): Manifiesto del Partido Comunista, Capítulo I.
(3): V.I. Lenin, Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo.
(4): Manifiesto del Partido Comunista, Capítulo III, parte 2.
(5): Manifiesto del Partido Comunista, Capítulo I.
(6): Ibídem, 5.
(7): Manifiesto del Partido Comunista, Capítulo I.
(8): Manifiesto del Partido Comunista, Capítulo III, parte 4.
(9): Manifiesto del Partido Comunista, Capítulo II.
(10): Ibídem, 9.
(11): Ibídem, 9.
(12): Ibídem, 9.
(13): Ibídem, 9.
(14): Manifiesto del Partido Comunista, Capítulo I.
(15): Ibídem, 14.
(16): Ibídem, 14.
(17): Ibídem, 14.

El autor del presente texto es Francisco J. Lauriño y aparece publicado en http://www.librodearena.com/lauro/post/2008/09/23/dos-reflexiones-sobre-manifiesto-comunista-marx-y

jueves, 4 de septiembre de 2008

Recuerdo de Remigio González 'Adares', poeta

Muy cerca de la plaza Mayor de Salamanca -corría el año de 1985- había un viejo, barba luenga y canosa y cabellos al viento, sentado en una silla de camping frente a un tenderete con libros.
Remigio González, ‘Adares’, era un poeta conocido de los suyos. Quizás un poeta sin suerte, como tantos, a la busca de la difusión de sus libros en el estío castellano; y allí estaban, al sol, aquellas portadas de libro artesanal, sin producción editorial ni marketing, hechas con el cariño de quien aspira a que lo lean, sin interés por lo venal. Aquellos ‘best-sellers’ castellanos me atrajeron, porque Adares, que se puso a departir amigablemente con nosotros, no era un viejo chocho ni un charlatán de feria, sino un hombre prudente y culto, con la piel curtida por los campos de Castilla, la mirada noble y altiva, el verbo profundo y dicharachero, y que decía, además, cosas muy atinadas y divulgaba su obra con dignidad.
Nos dio la mano al despedirnos y Marachu, el amigo que me acompañaba y que me hacía de cicerone en la ciudad (a la que yo había llegado para asistir a un curso en su famosa Universidad), me regaló dos de los libros que exhibía: Disparates de mi lado izquierdo y La Barrila, que el poeta me dedicó y que, desde entonces, guardo como oro en paño en mi biblioteca.
Los versos de Adares son graznidos melódicos, como el chillido de los vencejos, y atesoran pedazos del alma castellana, vieja, aguerrida, curtida, que me recuerda -lo digo con cariño- a la sabrosa cecina leonesa, al recio chorizo de Guijuelo: poesía esteparia, llena de emoción, sublime y popular, transida del espíritu de hidalguía castellana venida a menos por los siglos de los siglos, trasnoche del espíritu del Lazarillo, versos de bodega, de mesón, para digerir con vino tinto áspero y eficaz.
Y viene esto a cuento porque en un reciente viaje a la ciudad del Tormes constaté hasta qué punto llevo al viejo Adares en el alma desde entonces y cómo lo eché de menos en la plaza de El Corrillo y cómo recordé con respeto aquella especie de espíritu de Castilla redivivo que, pese al transcurso del tiempo, todavía salta muchas veces de sus textos a mis ojos con una terrible fuerza agridulce.
Adares falleció en 2001, pero, en los soportales de El Corrillo, sólo los tenderetes de unos jipis nos recuerdan que un día también él estuvo allí.

Texto de Francisco J. Lauriño

Fuente http://www.librodearena.com/lauro/

viernes, 25 de julio de 2008

A la caída de la tarde (japonesa)

A la caída de la tarde (japonesa) era cuando salíamos a fumar unos cigarrillos clandestinos y charlábamos de todo lo humano y lo divino, era cuando confabulábamos y pretendíamos arreglar aquel mundo gris y triste que nos rodeaba. Cada uno en su casa escuchaba las opiniones de los mayores y, en general, no diferían mucho pues todos vivíamos en una barriada de mineros, aislados del resto del pueblo por una playa de vías del ferrocarril y distintas propiedades cerradas con muros. Al Japón se accedía por la carretera general a través de la Travesía de Colón, por el callejón del Manco o atravesando las distintas vías férreas: la playa del ferrocarril del Norte, el ramal que entraba en los Talleres de Santana o el ramal que entraba en la escombrera urbana de Fradera (que utilizábamos como infernal campo de fútbol y en otros tiempos fue plaza de toros o lugar para los diferentes circos que se acercaban al corazón de la Cuenca Minera). Los pasos por las vías eran estrechos, casi pasadizos, aunque los japoneses los conocíamos a la perfección. Entre la escuela y la huerta de Faela, frente a Radio Marte había un paso de una persona; por la portilla del Recorrido de RENFE se podía cruzar, pasando por detrás de la Panadería La Palma por la zona de las cuadras y atravesando el patio del Grupo Escolar Saturnino Menéndez; por Fradera se accedía por la caseta del guardagujas y luego pasando detrás de los Talleres Armón para saltar el muro que nos intentaba separar de las vías de RENFE, sin mucho éxito dicho sea de paso. Este aislamiento se sumaba al otro, el social. En el Japón todos eran mineros, o casi todos, que también el anterior régimen había incrustado algún observador privilegiado que seguía las vicisitudes de aquellas ochenta familias con ojo avizor y oído de tuberculoso, pero bueno. Por otra parte burgueses en un sentido estricto casi no había, salvo un par de tenderos. El análisis de la situación general y la particular difería en la intensidad de juicios dependiendo de la tendencia política moderada o radical de los padres. Así que aquellos atardeceres de finales de primavera, cercanos al solsticio de verano, resultaban agradables y excitantes con aquellas charlas, que nosotros pretendíamos clandestinas y revolucionarias.
Aquella mañana estaba destemplada, cruzamos por el paso que había al lado del bar El Triste casi tiritando, debajo del depósito de agua para las locomotoras de vapor y seguimos por la calle de atrás hacia la Casa Sindical. A la altura de la casa de los curas nos sorprendimos con una pintada que decía Fuenterrabía: Juan Carlos asesino y un respingo nos sobresalto a tan tempranas horas. Cuando nos encontramos con los que venían de La Cascaya y Bédavo, con los de La Vega y El Coto comentamos muy alborotados lo que habíamos visto, pensando que sería excepcional, pero todos venían igual. El Entrego había amanecido lleno de pintadas contra el gobierno y el régimen porque había un fermento revolucionario importante. Desde los jóvenes comunista de la UJCE, los maoístas de la ORT, los trotskistas de la LC y de su escisión LCR, gente del PT, con los militantes del PCE y los del PSOE, algunos cristianos de base y los curas del pueblo que también pasaban por ser rojos a los ojos de las fuerzas más reaccionarias de la parroquia y a los de la Guardia Civil. Fue una época de efervescencia que coincidía con nuestra recién estrenada adolescencia. Los mineros estaban encerrados en la iglesia y el ambiente estaba tan cargado que cualquier cosa podía hacer saltar por los aires la situación. Por el pueblo se veían personas extrañas, policías de la antigua Brigada Político-Social, ultras de los Guerrilleros de Cristo Rey pululaban por las noches dando sustos y violentos escarmientos a quien osara cruzarse en su camino, así que la gente corriente tomaba precauciones y al anochecer parecía decretarse un toque de queda tácito. Pero los adolescentes, con nuestra inconsciencia, propia de la edad, lo vulnerábamos en busca de emociones más excitantes. Por aquellos días acudimos a una manifestación en la plazoleta de la Iglesia donde los mineros y la gente en general se reunieron en apoyo a los encerrados y donde los grupos de la policía antidisturbios llegaron enseguida. Del interior del templo salió con la cabeza abierta un chivato de la policía que había sido descubierto con una grabadora y al que tiempo después sus propios compañeros de taller volvieron a agredir con violencia, y quedamos descompuestos porque era vecino nuestro, era un hijo de Magutu, pero no nos extrañó demasiado porque si salía a su padre tenía que ser un gran hijo de puta y parecía que este hecho así lo demostraba. Cuando el oficial que mandaba aquellas fuerzas conminó a la gente a que se disolviera nadie hizo el menor movimiento y el aire se electrizó de una forma indescriptible, en el siguiente momento los grises empezaron con la carga y se encontraron que ante su violencia gratuita, pues la concentración era pacífica, les empezaron a llover tiestos con plantas, ladrillos, sus propias pelotas de caucho una vez recuperadas por los más jóvenes manifestantes. No se esperaban una reacción así y por eso luego se desató una sorda persecución a los dirigentes polticos y sindicales que se significaban más en las asambleas en los pozos o en las obras (en aquellos momentos se estaba fraguando la gran huelga de la construcción), tanto por la policía como por los grupos parapoliciales. Nosotros volvíamos a nuestra isla y cuando la situación lo requería ayudábamos a los incautos que escapando de los grises llegaban al Japón y luego no encontraban las salidas. De tarde, después de cenar, salíamos a charlar y fumar, a sentirnos mayores opinando entre iguales. Recuerdo que comentábamos el todavía reciente asesinato de Salvador Allende en Chile, y la rabia que se sentía, el odio por aquel dictadorzuelo de opereta y traidor, que había venido al entierro de Franco y que había asesinado vilmente a tantos compatriotas, incluido Víctor Jara el cantautor. Y la ilusión que nos crecía pensando que en España era posible una revolución como la de los claveles, con un grupo de militares jóvenes y que querían devolver el poder a la soberanía popular. El capitán Otelo Saraiva de Carvalho era, y es, un héroe, como Maia o el contralmirante Rosa Coutinho. Con su Movimiento de las Fuerzas Armadas fueron capaces de derrotar una dictadura más longeva que la nuestra y tan triste, como poco, como la de Franco y nosotros creíamos que debíamos estar preparados y listos para la lucha final.
No recuerdo bien quien trajo a colación al Ejército Revolucionario de los Pobres que estaba activo en la Argentina del presidente Héctor J. Cámpora, el breve, y luego en el nuevo periodo de Perón y su Mª Estela, y todos convinimos en que aquí se daban las condiciones para un remedo del mismo. La fase de acopio de explosivos dio comienzo de inmediato y a los pocos días ya teníamos en nuestro poder unos seis cartuchos de dinamita con los correspondientes detonadores. Se convocó una reunión ultra secreta para diseñar los siguientes pasos y los objetivos prioritarios y resultó un desastre no anunciado. El pavor se extendió como una mancha de aceite y la célula murió nonata. A la vista del explosivo no nos cagamos en los pantalones por pura vergüenza pero dimos fin a nuestra aventura revolucionaria sin necesidad de acción policíaca alguna. El compañero encargado de la logística y que se había jugado el tipo para conseguir la goma 2 no daba crédito a la desbandada general y entre insultos y amenazas se fue furibundo. El resto seguimos con nuestras vidas camino de la juventud, amarrados a las rutinas propias: estudios, discotecas, descubrimiento de las drogas y el rocknroll, persecución de chicas, ingreso en partidos políticos legalizados; aquel compañero nuestro se diluyó en el mismo torrente que nosotros pero no lo volvimos a tener como amigo. Al poco tiempo se enganchó al caballo y muy poco después y tras varias confiscaciones a amigos y desconocidos apareció flotando en el embalse de Tanes. Después el olvido. Tendremos que sembrar la memoria para que no crezca el olvido.

En el Japón, El Entrego a 16 de enero de 2008


Casimiro Palacios

martes, 15 de julio de 2008

REFLEXIÓN SOBRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL

ESTA REFLEXIÓN FUE ESCRITA POR MI CON EL PROPOSITO DE HACER UN LLAMADO A LA CONCIENTIZACIÓN CON TODA SINCERIDAD ANTE UN TEMA TAN SERIO Y QUE CREO QUE NOS DEBERIA IMPORTAR A TODOS PORQUE EN DEFINITIVA PUEDE ESTAR EN JUEGO NUESTRO FUTURO.NO ES POR EXAGERAR, POR LLAMAR LA ATENCIÓN, POR CREAR PANICO, NI POR TILDARME DE CATASTROFISTA. PERO CREO QUE HAY QUE SABER LO QUE PUEDE LLEGAR A SUCEDER, POR MÁS TERRIBLE QUE PUEDA LLEGAR A SER EL ESCENARIO CON QUE NOS ENFRENTEMOS Y ENCONTREMOS EN EL DÍA DE MAÑANA.TIENE QUE HABER DE MANERA URGENTE UN CAMBIO RADICAL EN EL HOMBRE CON RESPECTO A SU INTERACCIÓN CON EL PLANETA.ES EVIDENTE QUE SE NECESITA DE UN PROCESO DE ADAPTACIÓN, PERO HAY QUE EMPEZAR CUANTO ANTES. PORQUE NO SABEMOS CUANDO VA A PASAR, PERO SUCEDERA. LA PREGUNTA JUSTAMENTE ES, ¿CUANDO SUCEDERA? ES POR ESO QUE LA HUMANIDAD DEBE PREPARARSE PARA QUE NO NOS TOQUE DESPREVENIDOS.EL CAMBIO CLIMATICO O CALENTAMIENTO GLOBAL ES UN TEMA MUY DISCUTIDO ACERCA DE LO QUE ES O NO VERDAD. Y HAY VARIAS TEORÍAS AL RESPECTO.O SEA LAS CAUSAS QUE PUEDEN ORIGINAR DICHOS FENOMENOS Y LAS POSIBLES CONSECUENCIAS QUE PUEDEN TRAER.LO CIERTO ES QUE TODO TIENE UN LIMITE Y SU DURACIÓN NO ES INFINITA.HAY QUE CUIDAR LOS RECURSOS NATURALES. HAY QUE HACER CASO A LAS ADVERTENCIAS COMO POR EJEMPLO CUIDAR EL AGUA, NO DERROCHARLA.ES QUE LA CONTAMINACIÓN QUE PROVOCA EL HOMBRE TRAERAN SUS EFECTOS.TAMBIÉN ES IMPORTANTE SEÑALAR QUE SE ACUSA, DE QUE POLÍTICOS, AMBIENTALISTAS, HASTA A LOS CIENTÍFICOS QUE USAN ESTE TEMA PARA MANIPULAR A LA GENTE, QUE HAY PERSONAS QUE SE APROVECHAN DE ESTO PARA LUCRAR. SI PUEDE HABER GENTE ASÍ. PERO TAMBIÉN HAY GENTE QUE CREE HONESTAMENTE EN ESTO Y QUE LO ESTUDIA SERIAMENTE PENSÁNDOLO PARA EL BIEN DE LA HUMANIDAD.NO HAY DUDAS QUE HAY PERSONAS QUE EXPLOTAN ESTO PARA SACAR BENEFICIOS EXCLUSIVAMENTE, Y QUE SOLO LO USAN COMO PROPAGANDA O USO POLÍTICO. ESTO TAMBIÉN ESTA DIRIGIDO A LAS PERSONAS QUE NIEGAN EL CAMBIO CLIMATICO O LA INFLUENCIA ANTROPOGENICA EN EL.LO QUE COMENTO EN LA REFLEXIÓN, SON SUCESOS QUE CON GRANDES PROBABILIDADES PUEDEN SUCEDER, LO QUE ES MAS DIFICIL DE ESTABLECER COMO DIJE ANTERIORMENTE ES CUANDO PUEDEN SUCEDER.YO PRESIENTO QUE EN ESTE SIGLO PADECEREMOS EVENTOS CLIMATOLOGICOS CADA VEZ MAS FRECUENTES Y EXTREMOS, NO SE HASTA QUE TAL MAGNITUD LLEGARA. PERO CREO QUE AFECTARA MUY SIGNIFICATIVAMENTE LA VIDA EN LA TIERRA. “TODA ACCIÓN DEL HOMBRE TENDRA SU CONSECUENCIA”A CONTINUACIÓN LES DEJO MI REFLEXIÓN.Sino frenamos la contaminación, y si no se hace nada pronto, va a ser demasiado tarde para tomar medidas para desacelerar el calentamiento global, porque va a llegar a tal grado el calentamiento que ya no va a ver punto de retorno y esto solo va a pasar en las próximas décadas. Se dice que en este siglo la temperatura global de la Tierra va a aumentar de 1 a 6 grados, quizás no parece nada a simple vista. Pero el aumento de grado por grado traerá consecuencias muy drásticas. Cuando la tierra alcance el 3er grado de aumento ya no se va a poder hacer nada, porque el calentamiento se va a tornar incontrolable y provocara la desaparición del Amazonas a causa de enormes incendios que van a ser imposibles de frenar, eso es muy grave porque automáticamente provocara que la temperatura suba 1 o 2 grados más. Y bueno al 4to grado, el nivel del mar subirá a causa del derretimiento de los polos de la Antártida, desapareciendo todos los países con costas, o sea que las costas sudamericanas serán las 1eras seriamente afectadas. Aparte el deshielo en la Antartida hoy ya es una realidad. Esta ocurriendo de una forma más acelerada de lo que se pronosticaba. El volumen que contienen todas las masas de hielo existentes en el planeta, ¡podrían provocar que el nivel del mar subiera de 60 a 70 m!Va a ver supertormentas nunca antes vistas, enormes catástrofes y esto va a pasar mucho antes de lo que pensamos, quizás hasta lo vivamos nosotros, sino es así serán nuestros hijos. Estas son algunas de las innumerables consecuencias que traerá el cambio climático y de hecho quizás hay muchas otras cosas que ni sabemos, y que ni imaginamos que puedan llegar a suceder. El cambio climático ya lo estamos viviendo. Grandes desastres naturales que antes ocurrían cada décadas, ahora cada vez ocurren mas seguidos. Estos fenómenos cada vez ocurren con más frecuencia e intensidad. El desprendimiento de grandes bloques de hielo esta ocurriendo en los en los polos, masas de hielo gigantes de centenares de km. cuadrados. Si bien el desprendimiento de esos bloques que colapsaran no tendrán un efecto en la elevación del nivel del mar, significa una alerta que algo no anda bien, porque esos desprendimientos de esa naturaleza no son usuales, es a causa del calentamiento global según señalan los científicos. Y que es la zona más afectada por el calentamiento, y la Antartida es la zona que más a sufrido el aumento de temperatura. Evidentemente el planeta nos esta diciendo que esta llegando a su limite, y nos esta advirtiendo. Estamos en la era en que tenemos que tener verdaderamente en cuenta el medio ambiente y aprender a sobrevivir a lo que nos vamos a enfrentar, que va a ser una batalla muy dura por la supervivencia, porque no nos vamos a engañar, poco se va a hacer por esta cuestión, o cuando realmente busquemos una solución ya va a ser demasiado tarde .Y los países subdesarrollados van a sufrir mayor impacto. Esto provocara enormes crisis mundiales por las consecuencias económicas y perdidas humanas. Guerras por la escasez de los recursos naturales, y una de los principales causas será por la escasez del agua.La elevación del nivel del mar podría provocar desplazamientos de centenares de millones de personas. O sea movimientos migratorios en masas.Lo que significaría que habría una tensión social muy fuerte, se tornaría una situación incontrolable. Estos desplazados tratarían de cualquier manera de ingresar a otros países donde la elevación del mar todavía aun no ha surgido efectos en esos territorios.Las personas harían cualquier cosa por sobrevivir.Nos encontraremos en un mundo donde reinara el caos y la inseguridad.Esta situación será insostenible hasta para los países ricos.El hombre con miedo y desesperación por vivir se convertirá en un ser muy peligroso. Quizás la propia tensión social que provocara este fenómeno resulte más peligroso que el mismo calentamiento global.Otro factor muy importante y preocupante es el aumento demográfico global. El ritmo de crecimiento de la población mundial es súper acelerado. Y en el futuro sino se controla y se restringe la natalidad podemos padecer las consecuencias del explosivo crecimiento demográfico, o sea que este crecimiento superara el crecimiento productivo de los alimentos. Por lo tanto sufriremos la escasez de los mismos y habrá carestía y hambrunas. Que de hecho ya lo estamos viviendo. Pero obviamente que este factor no es el único que influye que en el mundo haya cada vez mas pobreza extrema. En el espectro social cada vez se aumentan más las distancias entre una minoría muy rica y una mayoría muy pobre.Lo cierto es que cada vez hay mas bocas que alimentar y los recursos naturales no son infinitos.Aparte cuanto más población significa mas consumo de energía y esto contribuye más aun al calentamiento global. O por lo menos lo que si es seguro que los recursos de apoco se están acabando y cada vez hay mas población.Si ya es muy critica la pobreza y el hambre en el mundo lo será muchísimo mas si le agregamos el aumento demográfico y encima el cambio climático.Realmente nos puede esperar un panorama desolador.Es muy difícil, porque hay que cambiar la mentalidad de las personas, cambiar nuestras maneras de vivir, y eso no es de un día para el otro. Y hay otros intereses de por medio que juegan ,el afán de lucro y de expansión de los países de 1er mundo y los de en vías de desarrollo, que obstaculizan más aun buscar nuevas alternativas de desarrollo que sean ecológicas, una alternativa por ejemplo es la energía solar y la eólica pero también existe otras posibilidades. Por eso es muy difícil cambiar un sistema ya predominante a nivel global que rige nuestra sociedad. De otra manera se puede decir quizás que el gran culpable sea el sistema capitalista, pero hablando de la fase del desarrollo industrial. Las industrias son las que emanan el gran porcentaje de los gases de efecto invernadero que perjudican el medio ambiente. Pero tenemos que pensar que se va a hacer mucho más por esta causa y que del hombre se convenza que no hay otra si es que queremos nuestra preservación. El hombre es un animal de costumbre por ese lado quizás surja algo de esperanza, pero no contamos con mucho tiempo. Hay que buscar soluciones para prevenir tales predicciones de catástrofes climáticas que no ocurran y no buscar soluciones para enfrentarlas en el día de mañana. Mas vale prevenir que curar encaja muy bien en este tema. Y creo que una cosa es cierta el costo económico sería enormemente mayor si seguimos en la misma rienda, lo que significa reconstruir ciudades desvastadas por desastres naturales que de hecho ocurre pero se convertirá en algo mas común y con mas poder destructivo, las posibles enfermedades nuevas que pueden aparecer, la escasez de ciertas recursos haría que estos fueron de altísimo costos para conseguirlos, y esto es muy claro, no todos podrán acceder a ellos, serán muy pocos, habrá guerras por los mismos, y bueno a causa del aumento del nivel del mar, los países de menos recursos no se podrán salvar. Y los países mas ricos buscaran soluciones para construir, barreras bloques especies de muros gigantes para evitar que queden bajo agua. Lo que es una injusticia porque quizás unos pocos se puedan salvar, los que tienen más recursos y son más poderosos, que a su vez son los que mas contaminan. ¿Sé imaginan lo que podría llegar a ser el costo económico? serian cifras astronómicas, pero lo mas importante sin duda es el costo humano que esto provocara. Sin duda que en esto la educación va a ser clave, desde los institutos y los hogares. Es la hora de saber realmente y actuar. Ya no se puede seguir ignorando, detalles mas detalles menos, el cambio climático es una realidad y se debe en gran parte a la acción del hombre, de eso no tengo ninguna duda. Yo creo que el clima sufre cambios naturales pero pienso que el hombre ha acelerado ese proceso. Pero aparte pensemos esto, ¿qué es lo que les dejamos a los que vienen a las generaciones futuras y al resto de los seres vivos? Hay gente que piensa que quizás esto pueda suceder, pero le restan importancia porque piensan que no les va a tocar en sus vidas o que va pasar en mucho tiempo, pero como dije antes ,con los que vendrán que? Sufrirán las consecuencias de lo que hicieron sus antecesores. Creo que hay factores naturales también que causan el cambio climático, pero creo que como dije anteriormente, que el factor mas influyente es la actividad humana. De todos modos, mas allá de la influencia del hombre o no en el cambio climático, no hay duda de que el hombre le ha hecho mucho daño y le sigue haciendo al medio ambiente, ecosistemas destruidos, mares, océanos contaminados, especies extinguidas, enfermedades desnutrición, deficiencias respiratorias por el aire contaminado, etc. Tarde o temprano alguna consecuencia nos traerá, ¿no les parece? Y esto implica al mundo entero, esto no es un problema solo de los humanos. No hay que olvidar que nosotros no somos los dueños, lo compartimos con otras especies y tienen tanto derecho como nosotros de vivir.A continuación voy a decir mas en detalle lo que puede provocar el aumento de grado por grado según Mark Lynas en un libro que escribió titulado “Six degrees” (seis grados). Un grado más: se acabaría el hielo del Ártico. Lynas plantea la desaparición del hielo del Ártico durante medio año si la temperatura sube solo un grado centígrado más. Además, las mareas podrían sumergir todas las viviendas de la costa de la Bahía de Bengala, entre Birmania e India, donde habitan más de un millón de personas. Habría huracanes en el Atlántico Sur, sequías severas en el oeste de Estados Unidos donde se ubican ciudades como San Diego, San Francisco, Las Vegas y Los Ángeles y se verían cambios inesperados en la agricultura de Inglaterra, donde hay más de 400 viñedos. Más 2 grados: se acabarían las barreras de coral. Se aceleraría el derretimiento de los glaciares de Groenlandia. Del glaciar Jakobshavn se desprenderían porciones de hielo que si se derritieran serían suficientes para abastecer con agua potable a todos los habitantes de Nueva York por un año. La extinción de los osos polares no tendría vuelta atrás y los insectos podrían comenzar a migrar a muchas regiones que se han vuelto más templadas, un hecho que ya es evidente en regiones de Brasil, Venezuela y Colombia. La isla-nación de Tuvalu, en el Pacífico sur, podría quedar sumergida por las mareas y las barreras de coral desaparecerían, porque no resistirían el aumento de la temperatura del agua. Más 3 grados: la amenaza caería sobre la selva del Amazonas La nieve de los Alpes se acabaría y las olas de calor serían lo normal en el Mediterráneo y en la mitad de Europa central. Los huracanes de categoría 6, peores que ‘Katrina’, serían más frecuentes y la selva del Amazonas podría desaparecer por la proliferación de incendios. Más 4 grados: desaparecerían Venecia y parte de Egipto. El derretimiento de los glaciares del Himalaya, que alimentan el río Ganges, se produciría antes del 2035. La inundaciones serían frecuentes. Además, sin nieve que produzca agua, habría hambrunas. El norte de Canadá se convertiría en la zona agrícola más prolífica del planeta y los hielos del oeste de la Antártida podrían colapsar elevando el nivel del mar hasta la destrucción de zonas costeras de América Latina. También se inundaría por completo Venecia (Italia) y zonas de Egipto y Bangladesh. Más 5 grados: no habría agua para Los Ángeles, El Cairo, Lima o Bombay. Ante un escenario de este tipo, la guerra por el líquido sería inminente, una situación que muchos de los expertos del mundo han anunciado. Más 6 grados: nos devolveríamos al periodo Cretácico. Por falta de nutrientes, y ante la extinción de más del 70 por ciento de las especies, el océano se vería azul brillante. Los desiertos avanzarían sobre los continentes. Los desastres serían asunto de todos los días y muchas de las principales ciudades del mundo, como Nueva York, estarían bajo el agua. El mundo podría parecerse al período Cretácico, 144 millones de años atrás, en el que solamente un 18 por ciento de la superficie de la Tierra estaba sobre el nivel de las aguas, cifra que hoy se acerca al 30 por ciento. Yo estoy convencido y creo firmemente en esto. Además creo que este siglo va ser clave porque va a marcar el rumbo de la humanidad. Creo que estamos en el momento justo de cambiar o condenarnos a la extinción. Aclaro que acepto y respeto a las personas que no estén de acuerdo, solamente expreso mi pensamiento. Yo se que esto no hace mucho, que realmente lo que provocara cambios es la acción, pero la información es muy importante también, la concientización es el 1er paso. Desde luego que quiero aportar con algo mas pero hasta el momento no se como. Yo en este momento estoy terminando secundario. Después quiero hacer meteorología para luego hacer licenciatura en ciencias atmosféricas. Porque estoy interesado en estudiar el comportamiento y variabilidad del clima y por la tanto las consecuencias que trae y puede traer el cambio climático. Si alguien quiere comunicarse conmigo, o si me pueden aconsejar todas las opciones que tengo para estudiar además de ciencias atmosféricas, mi correo es: locomotiv313@hotmail.com Desde ya doy muchas gracias a este blog por darme la posibilidad de dejar este mensaje y a tantos otros. Aprovecho a comunicarme a través de estos blogs que tratan sobre el tema del cambio climático o calentamiento global porque la gente que los visitan es más probable que se interesen por este tema. Muchísimas gracias. Un gran saludo

Javier

domingo, 2 de marzo de 2008

El Derecho Constitucional y los extremos de España

Soy de los que opinan, que antes de escribir un artículo o sacar un pedazo del alma y presentarlo en sociedad, de antemano, debemos realizar una reflexión profunda, para que nadie se moleste y la columna sea bien comprendida por todos. En mi caso; dada la escasez de ideas que pululan por mi mente, bucear en ellas resulta una labor rápida. Debo decir inicialmente, que ni soy abogado, ni geógrafo, ni mucho menos político, reconozco que soy un analfabeto, sobre todo, en este campo; por lo que lo aquí dicho no tiene mucho que ver con el título de la columna, ni con las ciencias que los competen. No analizaré los preceptos de nuestra Carta Magna ni me referiré a los cabos de Rosas, Finisterre, Gata o Peñas.
Veamos pues; en la campaña de las elecciones 08 y todo lo que las envuelve, surgen actuaciones que dejan patente la necesidad de “torear” con espíritu positivo, en vez de usar la irracional crítica contra lo planteado por los demás aspirantes. La teoría del boomerang nos dice que si no, las pedradas, que lanzamos ayer, pueden darnos en la cabeza hoy. Usar los datos macroeconómicos, o los referidos a la economía doméstica, como armas arrojadizas, es más un ejemplo de Economía de “Chigre” que reflexivo análisis conceptual. Hablar de los datos del informe PISA, que no PIS, sobre educación, refiriendo solo la formación de un adolescente a los últimos dos o cuatro años, de su vida, es un error; la educación de un joven es un proceso, acumulativo, que va desde los tres años, en que se escolariza, hasta el momento en el que se le hacen las pruebas. Y eso ocupa más de diez años; varias legislaturas y distintos emperadores, con sus respectivos pretorianos de educación, economía, etc. Por el contrario, las campañas han de estar fundamentadas, en esencia, en modelos virtuosos para la construcción de un país. De seguir con las descalificaciones, sin retroceder “ni pa tomar impulso” lo único que se logrará es desanimar a los ciudadanos a ejercer su constitucional derecho de votar y, con ello, a elegir quienes sean sus representen durante los próximos cuatro años.
Si esta esencia no se comprende; lo único que podemos conseguir es que los de Gata o de Rosas, y por favor leedme bien entre líneas, se manifiesten, autorizadamente o no, en las calles, por donde pasan, casual o causalmente, los de Peñas o Finisterre y se origine un conflicto. Por que alguno de éstos, no al norte o sur, este u oeste, si no a la extrema izquierda o derecha, o todos ellos, más bien, estén fuera del juego Democrático y solo lo utilicen cuando les viene bien. Recordad, cuando éramos niños, la figura del “amu de les camisetes” o “del balón” que decía quien podía o no jugar, en que equipo y si era o no gol, cuando la pelota pasaba por encima del “morrillu” que teníamos por poste de la portería.
Por ello y para concluir, animaros a todos como conciudadanos a participar en la Fiesta de la Democracia, ejerciendo nuestro derecho a voto. ¡Que ahora que lo pienso; no está exento de cierta erótica!. La de penetrar en las urnas con nuestro voto, y todo ello garantizado por el consenso constitucional que lo ampara; nunca por fuerza, ni imposición terrena o divina. Un saludo a todos; Heri

Heri Gutiérrez García