viernes, 5 de octubre de 2012

EL CRISOL DE LA DESESPERACIÓN


Cantaba la malograda Cecilia, allá en la mitad de los setenta algo así como “Mi querida España, esta España viva, esta España muerta. De tu santa siesta ahora te despiertan versos de poetas. ¿Dónde están tus ojos? ¿Dónde están tus manos? ¿Dónde tu cabeza?/De las alas quietas; de las vendas negras sobre carne abierta. ¿Quién pasó tu hambre? ¿Quién bebió tu sangre cuándo estabas seca?/Pueblo de palabra y de piel amarga, dulce tu promesa. Quiero ser tu tierra, quiero ser tu hierba cuando yo me muera...” Lo reconozco, siempre que escucho esta canción se me pone un nudo en la garganta, la piel de gallina y se me llenan los ojos de lágrimas. Mucho más, sin duda ni parangón, que cuando oigo a Ana belén y su “España camisa blanca” ¡No entiendo, muy bien, por qué! Quizás excesiva sensiblería o que ya me hago mayor.
            La censura de 1975, obligó a Evangelina Galán, alter ego de Cecilia, a cambiar  viva /muerta o en los posteriores estribillos vieja/ nueva, en dudas / cierta por un soliloquio más aséptico, a la par que impropio, mía / nuestra, que hoy todos tarareamos. Hace casi cuarenta años que aquel “Ramito de violetas”, del que formaba parte, vio  la luz y si una triste noche de verano en agosto del 76, un carro del país no se le hubiese cruzado en el camino, a la vuelta de una actuación en Benavente, seguro que si viese su / nuestra España, se sentiría igualmente descolocada y triste en la expresión y finalmente desolada. ¿Por qué creo eso? Pues amigos mío, sencillamente y honestamente pienso que la referencia, a la vez que esencia, que se capó a la canción, maravillosa oda de libertad y compromiso, sobre las dos españas, sigue cierta.Y, “pa' encima”, jodidamente faltan poetas que nos despierten de la triste pesadilla en la que estamos sumidos; porque los que quedan duermen el sueño eterno en la torre de marfil de la SGAE, donde hicieron su imperio...
            ¿Cómo puede tragar el crisol de la paciencia la certeza, no suposición, que es más importante saber con quién duerme Belén Esteban o aprender de las lecciones de seducción de “Pipi” Estrada y su partener, que definir modelos de justicia social que garanticen el bienestar de nuestros compatriotas? ¿Cómo podemos rasgarnos las vestiduras y hacer vendas negras con ellas, cubrir la podredumbre de carnes tapizadas por el dolor y la desvergüenza cuándo se captura en la alta mar de nuestro imperio un barco lleno de bucaneros y piratas de distinta procedencia remando en la misma dirección, sin luces, con nocturnidad y alevosía?  Seguimos mirándonos al ombligo, pensando que lo nuestro “ye” lo mejor olvidando que según ese planteamiento los demás, lo otros, tienen el derecho de considerar lo suyo de igual manera. Preguntémonos porque una Comunidad Autónoma al hablar de Estados Federales es excluyente hacia las demás. ¿Quizás porque ese planteamiento y esa forma de gobierno -  muy habitual en occidente – es malinterpretada por los demás? Por extensión, en todos los ámbitos de la vida ¿escuchamos, acaso, la explicación de los demás? ¡Va  a ser que no! 
            Por contra, parece que algunos pretenden tornarnos al hambre, a la desesperación de la canción, en circunstancias hijas de dulces promesas muertas. ¿Dónde tenemos la cabeza? te preguntaría querida Cecilia, dudo que nos quede corazón y arrestos para tomar el toro por los cuernos y dar un “puñetazu n'a mesa”, porque en ellos nos va y se nos va la vida, como la de los conejos que discutían a la puerta de la madriguera sobre la procedencia de los ladridos que los amedrentaban.
            Y luego nos jode, por eso quizás así se entienda todo, que el New York Times saque fotos de una realidad social que es y existe, ya no en la sombra del inframundo, sino en el corazón de las ciudades. Una caterva de plagas y calamidades que nos pueden tocar a todos si no nos ponemos las pilas. Preguntádselo a los trabajadores sociales o a los voluntarios de las ONGs; todo es mucho más importante, real o serio que las movilizaciones en las redes sociales fomentando la imagen “made in Spain” de innovación y modernidad, que como respuesta se quiere dar y enviar al diario “yanqui”. Porque la otra España, la de los pobres y desfavorecidos existe y está cada vez más presente, para tod@s. Y llegará un momento en que las Copas del mundo y de Europa no sacien ya el hambre  del cuerpo y peor aún el del alma. Cómo siempre,  carpe diem. Amigos



                                                                                                          Heri Gutiérrez García.
 Imagen tomada de 20 minutos

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