domingo, 18 de septiembre de 2011

TECHOS DE CRISTAL

Cuando en el mundo de las ciencias sociales se cita este término, no es en referencia a la pretensión de sustituir la escayola por el vidrio. Corresponde a una realidad que, más allá de pretender ganar luz en los habitáculos, nos orienta hacia la discriminación que sufren quienes viven bajo aquéllos. Es, en fin y a la postre, producto y resultado de la opresión que todos los seres humanos padecemos. Por ejemplo, aparece, cuál espejismo, cuando a cualquier trabajador se le muestran las posibilidades de ascenso en su empresa y pasados los lustros, resignado, advierte que se encuentra en mismo o peor escalafón de la misma. Miras hacia arriba y ves todo un infinito de posibilidades azules como el cielo que luego, como las piedras y clavos que a maza o martillo le caen para que se entrenen, se precipitan sobre la cabeza y en nuestras miserias. Por mucho que se luche, y de ello saben las mujeres, grupos étnicos alienados y parias sociales, nunca lo podremos romper individualmente, solo te puedes partir la crisma, con sus respectivos cuernos, y desparramar los sesos por la alfombra del despacho, factoría, huerta...


Pero cómo los ricos también lloran, es una pandemia que se extiende hacia las “castas” altas de las sociedades. Y me explico, la sufren nuestros gobernantes, por muy ministros o presidentes de repúblicas o monarquías constitucionales que sean, cuando en sus dialécticas apariciones públicas hablan sobre las maravillas que con sus programas electorales y posteriores planes de gobierno, pretenden para con sus compatriotas. ¡Amigos míos...!. Ni lo pudo hacer D. José María Aznar por mucho que marcase abdominales o descansase sus maratonianas extremidades inferiores sobre las mesas de cristal en las Azores, ni tras él D. José Luís Rodríguez Zapatero en el talante o caído éste, por el encriptado diálogo social, con sus nerviosos gestos de brazos al viento postreros. Y dudo que si el cirujano Llamazares gobernase o, en su defecto, los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos o asturianos mejorase algo la catártica situación de crisis estructural que sufrimos. Más allá de la disciplina de partidos que la litúrgica política esgrime para justificar ciertos planteamientos, esta la coacción del sistema. Me explicaré con una anécdota vivida “rodando” por Los Llerones, en Sama de Langreo, hace unos días: El amigo Gelín Cillero me preguntaba sobre quién era el que ganaba si durante los precedentes “lunes negros” las bolsas mundiales se precipitaban en caída libre. Mi respuesta fue, preguntarle a su vez, quién era el que ganaba en los casinos... No hace falta ser un habitual de los mismos, para saber que gana la banca – el dueño, vamos -. De hecho Alberto Coto, por su vertiginosidad para realizar operaciones de cálculo numérico tiene su carné de identidad marcado en rojo y vetada la entrada.

De esta forma, con esta sencilla experiencia, quiero exponer los hechos ciertos que impiden a los gobernantes de turno hacer lo que desean, porque los “techos de cristal”, una vez conocidos les impiden sacar la cabeza. Lo que me “chinga” de todo son las posiciones mezquinas que cubren con un hermoso velo la consciencia de los pueblos, manteniéndoles en la ignorancia. Nadie se debe “engorilar”, queriendo ser Cid y adalid de algo que nunca podrá cumplir, porque todo se paga, con intereses de demora. Más sencillo es decir algo como: Queridos compatriotas, todos estamos en el mismo barco, intentaremos hacer y poner lo mejor de nosotros para que no nos intervengan - término muy “in” recientemente – y capear el temporal con las menores bajas posibles. Lo demás son cataplasmas de la madre Celestina y el padre Cucharón que te dejan con la nalga al aire una vez rebasada la demora de los cien días.

Por cierto; ¿sabéis quién cifra la cuantía de euros que podemos “fabricar” y con la que “jugar” cada año? ¿Es, en nuestro caso, el Banco de España...? No nos engañen. Es la política Monetaria, no la propia, que está casi de adorno, sino de la U.E. Y se fija en función de liosos datos “macroeconómicos” como el Producto Interior, Renta per Cápita... Por cierto, si no se cumple y se necesita más “pasta”, no podremos obviar la sanción, en forma de multa, correspondiente. Así son los bastos que pintan para la partida. Suerte de tute de caballos de pica, reventados por el sobrepeso, en miles de batallas, de las lustrosas panzas de los reyes fácticos del sistema, donde Obama, Merkel, etc, por muy importantes, ricos, guapos y buenos futbolistas que se crean, no son más que las sotas que soportan los órdagos del capital internacional, muy por encima de Bill Gates o Amancio Ortega.



Heri Gutiérrez García

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