

Homenaje a la dignidad> > Por Josefa G. Fraga > La lectura de la biografía y memoria del poeta Marcos Ana (Fernando Macarro Castillo) representa todo un homenaje a la dignidad humana en el más amplio sentido de la expresión. > La lección magistral de la vida del que podría considerarse un "Mandela del régimen del Franquismo", no debería pasar desapercibida, especialmente cuando nos referimos a un luchador y defensor de los más nobles ideales de la izquierda y la democracia de este país, que estuvo encarcelado durante 23 años ininterrumpidos, en un escalofriante cautiverio que comenzó en las prisiones de Porlier, el penal de Ocaña, la cárcel de Alcalá de Henares y acabó en la prisión de Burgos. > Me causa auténtico sonrojo y vergüenza ajena, que este gobierno haya establecido desde diciembre de 2007 la "descafeinada Ley de
memoria histórica", para que entre otras cosas, sólo los símbolos y señas de identidad de la dictadura fascista se conviertan en actos contrarios a la Ley. Pero qué sentido tiene una ley de recuperación de la memoria en la que la verdadera dignidad de las víctimas del genocidio Franquista, queda todavía como asignatura pendiente y, la historia de los vencedores bendecida de forma oficial por la Iglesia Católica Española, todavía sigue mirando al cielo, cuando se le piden cuentas de su siniestro papel en la brutal represalia de los que lucharon por la defensa de los derechos humanos y los ideales democráticos. > ¿Por qué un gobierno socialista parece que le tiembla el pulso, cuando tiene que quitarle la venda a la justicia y emprender con dignidad la reconstrucción de la verdadera historia contemporánea de este país? ¿Cuál es la razón por la que personajes como Marcos Ana sólo son conocidos por los rastreadores de las crónicas vivas de la historia? > Este singular poeta, al que humildemente deseo rendir homenaje, apenas conocido en los círculos de los intelectuales de manual; nació en una pequeña aldea de Salamanca en 1926, en el seno de una familia de jornaleros del campo. Sus padres Marcos y Ana trabajaron de esclavos en tierras que no les pertenecían y, en honor a su recuerdo y memoria, este entrañable personaje de nuestra "historia oculta" decidió adoptar el nombre de sus padres. > Quizás lo más fascinante e increíble de este poeta es que a pesar de su largo y doloroso cautiverio en las cárceles del régimen Franquista, no almacena sentimientos de odio y resentimiento hacia sus verdugos. Sólo exige justicia como todas las víctimas reclaman, con una dignidad que les honra, a pesar de las pataletas derechonas de los que no quieren que afloren sus vergüenzas, pretendiendo rescribir una historia a su imagen y semejanza, argumentando que remover el pasado supone abrir de nuevo heridas, como si sólo merecieran ser cerradas sus propias heridas y no las de los "otros". > En referencia a lo que el propio Marcos Ana escribió en la soledad de las prisiones "pasó de la adolescencia a la madurez, de los 16 a los 41 años de golpe" sin conocer el amor de una mujer o percibir la imagen de un bosque, de ahí el título de su conmovedora memoria vital: "Decidme cómo es un árbol", que próximamente recuperará del olvido el director de cine Pedro Almodóvar. > El legado de integridad, dignidad, solidaridad y humanidad que nos deja el testimonio vital de uno de esos tantos luchadores por la libertad y la justicia social ,debe ser no sólo una lección de historia moral sino un ejemplo a seguir, especialmente en estos momentos en los que la defensa de los Derechos Humanos se hace cada vez más necesaria y emergente; en un mundo en el que las ideas revolucionarias y progresistas se asemejan cada vez más "a una calentura rápida y de consumo" que a una auténtica y sincera lucha por conservar los logros sociales, que costaron la vida a miles de personas y, que este personaje, como tantas otras víctimas, pretende rescatar de las inexorables garras del olvido.> ¿De qué nos sirve una ley de memoria histórica que no reconoce de forma manifiesta, la existencia de desapariciones forzadas, que han sido calificadas por las Naciones Unidas como un ultraje a la dignidad humana? > ¿Cómo se puede seguir ocultando en este país, después de más de 70 años, qué ocurrió con los desaparecidos durante la sanguinaria represión Franquista, cuáles son los nombres y los apellidos no sólo de las víctimas sino de los que ordenaron sus ejecuciones? > El uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y la necesidad de cada alumno disponga de un ordenador portátil no van a solucionar las imperdonables lagunas históricas de un país, que se muestra incapaz de reconocer y analizar los hechos históricos, no sólo con el rigor científico necesario sino con la firme voluntad de regenerar las telarañas de la hipocresía que rodean el silencio vergonzoso de una dictadura fascista y genocida, que como mínimo, todos los agentes sociales educativos tendrían la obligación moral de dar a conocer a las actuales y futuras generaciones, si es que realmente se pretende fomentar la educación cívica, ciudadana y constitucional de este peculiar Estado de la Unión Europea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario